DERMATOLOGÍA: Queloides, exceso de piel en una cicatriz
SANTO DOMINGO, RD. - Si luego de una cortadura, quemadura o cirugía, tu piel ha
quedado marcada por una cicatriz más extensa de lo normal, gruesa y abultada,
posiblemente estás lidiando con un queloide.
En dermatología se define como una afección en la cual se da
un crecimiento anormal de una cicatriz, luego de una lesión en
la piel. A diferencia de las cicatrices normales (planas y suaves),
los queloides sobresalen. Son de color más oscuro que la piel circundante y con
mucha frecuencia provocan prurito (comezón) y dolor.
Así lo explica Chantal Hernández, dermatóloga
clínica y cosmética, quien, además, señala las causas que inciden en la
aparición de esta anomalía. La primera es la predisposición genética. Resalta que las personas con antecedentes familiares de
queloides tienen un mayor riesgo de desarrollarlos.
Otra causa es el tipo de lesión. Las heridas más profundas,
como las quemaduras graves o cirugías, tienen un mayor riesgo de convertirse en
queloides.
Asimismo, los fototipos
de piel oscuros sufren con mayor frecuencia este mal.
Más allá de las razones que pueden provocar el exceso de piel
en una cicatriz, la doctora detalla las ocasiones en las que frecuentemente
aparecen:
•Heridas y cortes: Después de una herida o corte en la piel,
especialmente si no se trata adecuadamente o se infecta, pueden desarrollarse
queloides.
• Quemaduras: Ya sean causadas por el sol,
productos químicos o calor, pueden dar lugar a esto en algunas personas.
• Cirugía: Después de procedimientos
quirúrgicos, queda afectada el área de incisión.
• Piercings: La perforación de la piel puede desencadenar la formación de
estas cicatrices.
• Tatuajes: Algunas personas pueden desarrollar
queloides después de hacerse tatuajes, especialmente si tienen antecedentes
familiares.
• Espontáneos: Existen casos en los cuales los
queloides se presentan de manera espontánea por fricción o rascado crónico.
“Es importante destacar que no todas las personas
desarrollarán queloides después de una lesión en la piel, y la propensión a
formarlo puede ser genética”, dice Hernández.
Los fototipos de piel oscuros sufren con mayor frecuencia este mal./
ZONAS DEL CUERPO MÁS AFECTADAS
Orejas, hombros, espalda, pecho, esternón,
articulaciones y áreas móviles son las zonas más propensas a desarrollar
queloide, sin embargo, según la especialista podría aparecer en cualquier parte
del cuerpo.
Una vez que se ha reconocido que una persona tiende
a desarrollar queloides, es importante tomar ciertos cuidados y precauciones.
Aquí recomendaciones de la experta:
• Cuidado adecuado de heridas: Después de
cualquier lesión en la piel, es fundamental cuidar adecuadamente la herida.
Esto incluye mantener la herida limpia y seca, siguiendo las indicaciones
médicas para el cuidado de la herida.
• Evitar el rascado o la irritación: Es
importante evitar rascar o frotar la zona afectada, ya que esto puede aumentar
la inflamación y la probabilidad de que se formen queloides.
• Protección solar: La exposición al sol puede
hacer que las cicatrices sean más notorias. Es importante proteger la piel
afectada de la exposición excesiva al sol mediante el uso de protector solar o
ropa que cubra la zona.
• Hidratación: Mantener la piel bien hidratada
puede ayudar a reducir la apariencia de las cicatrices y, en algunos casos,
prevenir la formación de queloides. Puedes usar lociones o cremas hidratantes
recomendadas por un dermatólogo.
• Apósitos de silicona: Estos apósitos están
disponibles en forma de gel o láminas y se aplican directamente sobre la
cicatriz.
“Es importante destacar que no todas las personas desarrollarán queloides después de una lesión en la piel, y la propensión a formarlo puede ser genética”, dice la dermatóloga Chantal Hernández./
¿CÓMO SE PUEDE TRATAR EL QUELOIDE?
• Corticosteroides: Un dermatólogo puede
recomendar inyecciones de corticosteroides directamente en la cicatriz para
reducir su tamaño y aliviar los síntomas.
• Terapia de presión: El uso de vendajes
o dispositivos de presión en la zona de la cicatriz puede ayudar a reducir su
formación.
• Tratamientos láser: En casos graves o
cuando otros métodos no funcionan, los tratamientos láser pueden reducir el
tamaño o mejorar la apariencia de los queloides.
• Cirugía: En algunos casos es necesario
la escisión quirúrgica, acompañada de infiltraciones para evitar su
reaparición.
• Radioterapia: Se limita para casos de
gran tamaño y recidivas.
Existe el miedo que, de después de tratarse, el
queloide pueda retornar. Hernández lo confirma. Existe la posibilidad de que un
queloide vuelva a aparecer después de haber sido tratado o eliminado.
“Los queloides tienden a ser una afección crónica y
recurrente en algunas personas, lo que significa que pueden volver a formarse
en el mismo lugar o en un área cercana después de haber sido tratados o
eliminados”.
Por: Estefany Rodríguez.
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