PERFIL: Luis Ramón Cordero: idilio de 93 años con el deporte
SANTO DOMINGO, RD. - La idílica relación que a sus 93 años
tiene el doctor Luis Ramón Cordero con el deporte, sigue “como el primer día”
(voz de Alberto Cortez).
Se trata de un matrimonio sin divorcio. Entre todas
las disciplinas, este ilustre vegano de buen vestir no oculta su predilección
por el béisbol. Ni siquiera lo intenta.
Lo
suyo y el deporte que tiene como padres a Abner Doubleday y Alexander
Cartwright, fue amor a primera vista. Sólo lo jugó de manera recreativa durante
su niñez “porque era muy flaquito y no tenía fuerzas”.
La
primera cita entre ambos ocurrió en La Vega cuando el inquieto Luis Ramón tenía
apenas seis años.
“Mi
vida ha sido el deporte, sobre todo el béisbol”, destaca el doctor Cordero durante la
comparecencia del Comité Permanente del Pabellón de la Fama, que preside el
doctor Dionisio Guzmán.
“Yo
siempre he dicho que el deporte es mi mejor amigo”, subraya con su encanecido pelo y proverbial
porte de caballero.
“Si
no hubiera sido por el deporte, yo fuera un fracasado”, deja establecido el apasionado conocedor y
maestro de varias generaciones de periodistas.
El
doctor Cordero es una enciclopedia con muchos tomos. El beisbol es un tema
obligado en las tertulias y/o reuniones de amigos en las que participa.
De
privilegiada memoria, disfruta cuando recuerda como ahora el impresionante
debut de Juan Marichal con los Gigantes de San Francisco el 19 de julio de
1960, cuando dejó en un hit a los Filis de Filadelfia, a quienes les ponchó a
doce. Clay Dalrymple, con un sencillo después de dos outs en el octavo, impidió
que lograra el juego perfecto.
Igualmente,
la fecha en que “El Orégano” Osvaldo Virgil empujó el portón del Gran Circo (23
de septiembre de 1956) también con los Gigantes, equipo por el que luego
desfilaron Felipe, Mateo y Jesús Rojas Alou, quienes marcaron un hito que aún
no ha sido igualado al convertirse en el único trío de jardineros integrado por
hermanos en la historia de Grandes Ligas.
Más
de seis décadas después, el doctor Cordero no se acuesta sin previamente
revisar las actuaciones del pelotón de jugadores dominicanos en la jornada del
día en la Gran Carpa.
“Yo
siempre he dicho que el deporte es mi mejor amigo”, subraya.
“Si
no hubiera sido por el deporte, yo fuera un fracasado”, resalta Cordero, graduado de doctor en
Derecho en la Universidad Autónoma de Santo Domingo (UASD) en 1953.
Su
pasión por el deporte la ha llevado paralelamente con esa profesión y otros
altos cargos públicos y privados que ha tenido en su tan dilatada como
fructífera permanencia en este mundo.
Servidor público
El
primero de enero de 1958 hasta el 1960 fue nombrado fiscal de la culta,
olímpica y carnavalesca provincia de La Vega.
Iguales
funciones desempeño ese último año en la provincia Duarte.
También
fue miembro de la Junta Monetaria (1982-86), alto directivo de la Liga de
Béisbol de República Dominicana en el período 1984-90, que brevemente presidió.
En
su amplia hoja de servicio salta a la vista también que fue alto ejecutivo de
los periódicos El Nacional, Hoy, Listín Diario y Última Hora, en los cuales se
mantenía colaborando, sugiriendo ideas, para enriquecer sus secciones
deportivas.
Tampoco
le apartaron del deporte los cargos que ocupó en la Junta Central Electoral, de
la que fue juez titular en el período comprendido entre 1998-2002.
Luego
presidió la unidad de Compras y Licitaciones de ese organismo desde 2005 al
2021, año en que, con 90 años, hizo historia al ser el servidor público de
mayor edad en ser jubilado.
En
los últimos 30 años integra, de igual forma, el Comité Permanente del Pabellón
de la Fama.
“Sus
conocimientos en el campo de las leyes los ha puesto al servicio del Pabellón,
modificando y actualizando sus estatutos”,
destaca Atilio de Frías, tesorero de esa institución.
“Sin
duda alguna es un verdadero lujo tenerlo en el Pabellón de la Fama “.
Por: Freddy Tapia.
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