ELECCIONES: La estrategia de Kamala Harris para desafiar a Donald Trump: Fiscal vs. criminal
EFE: Washington. -
La
vicepresidenta y aspirante demócrata, Kamala
Harris, ha ejercido como fiscal durante gran parte de su vida. Su rival, el
republicano Donald Trump, se
convirtió hace menos de dos meses en el primer expresidente de la historia de Estados Unidos en ser condenado por un
delito.
Este
es el contraste que la campaña de Harris pretende resaltar para poner a Trump a
la defensiva y redirigir la atención hacia sus problemas legales, que llegaron
a un punto crítico en mayo cuando fue declarado culpable de 34 cargos
criminales por falsificar registros comerciales para ocultar una supuesta
relación con la actriz Stormy Daniels.
El analista José Parra,
en declaraciones a EFE, calificó esta estrategia como "muy
inteligente", argumentando que la clave de cualquier campaña es establecer
diferencias con el oponente, siendo la dicotomía "fiscal vs criminal"
una de las más significativas entre Harris y Trump.
Otro contraste notable es
la edad. Los republicanos habían utilizado este factor para atacar a Biden,
quien a sus 81 años es el mandatario de mayor edad en la historia
estadounidense. Sin embargo, esta táctica podría volverse ahora en contra de
Trump, quien con 78 años se ha convertido en el candidato más veterano, frente
a Harris, de 59 años.
Por ahora, la campaña
demócrata ha dejado claro que su plan es sacar el máximo partido a la
experiencia de Harris como fiscal.
La propia Harris ya
mostró que esa será su estrategia durante los discursos que pronunció en los
últimos días, el primero el lunes en la que hasta hace poco era la sede de la
campaña de Biden en Wilmington (Delaware) y, al día siguiente, en un instituto del
estado clave de Wisconsin, al que acudieron más de 3.000 personas.
En ambas ocasiones,
Harris evocó su trayectoria de más de dos décadas como fiscal, enfrentándose a
quienes abusaban de mujeres, estafadores y tramposos, para arremeter con dureza
contra Trump.
Harris comenzó a ejercer
como fiscal en 1990 en el condado de Alameda (California) y, posteriormente,
fue seleccionada para trabajar en la oficina del fiscal de distrito de San
Francisco, donde se encargó de casos que incluían agresiones sexuales a menores,
homicidios y robos.
Más tarde, fue nombrada
fiscal general de California, cargo que ocupó durante seis años, antes de ser
elegida para el Senado en 2016, las mismas elecciones que llevaron a Trump a la
Casa Blanca.
En el Senado, Harris
pronto se distinguió por sus incisivas preguntas a los miembros del Gobierno de
Trump. Uno de los intercambios más destacados fue cuando interrogó al entonces
fiscal general, Jeff Sessions, durante una audiencia del Congreso, lanzando
rápidamente una pregunta tras otra.
"No puedo
responder tan rápido. Me pone nervioso", dijo entonces un
desconcertado Sessions.
En contraste, Trump está
envuelto en varios litigios, incluyendo acusaciones en Georgia y Washington DC por haber
intentado anular los resultados de las elecciones de 2020 en las que perdió
frente a Biden y otro caso en Florida sobre mal manejo de documentos
clasificados, aunque recientemente una jueza determinó que debía archivarse.
Trump ha dejado claro que
una de sus principales líneas de ataque contra Harris será mostrarla como
demasiado progresista o argumentar que ha sido "blanda" con los
criminales durante su carrera, utilizando la narrativa republicana de que los
delitos han aumentado en los últimos años, aunque los datos del FBI demuestren
lo contrario.
En concreto, las
estadísticas oficiales del FBI muestran que, en promedio, los delitos violentos
disminuyeron significativamente en Estados Unidos en 2023 y en el primer
trimestre de 2024, aunque hubo incrementos en algunas comunidades concretas.
Anticipando esos ataques,
la narrativa de Harris "fiscal" y Trump "criminal" podría
ser especialmente efectiva, sobre todo para captar el voto de los electores de
centro, independientes o moderados que están preocupados por la delincuencia,
explicó a EFE Parra, quien fue asesor del exlíder de los demócratas en el
Senado, el fallecido Harry Reid.
Irónicamente, el perfil
de Harris como fiscal fue una de sus mayores debilidades en las primarias
demócratas para las elecciones de 2020, en las que Biden fue seleccionado como
candidato. En aquel momento, los sectores progresistas del partido, que abogaban
por importantes reformas al sistema penal, no estaban dispuestos a apoyar a una
exfiscal.
Ahora, el panorama es completamente distinto y, con un oponente inmerso en problemas legales, la experiencia de Harris en el ámbito judicial podría ser una de sus mayores fortalezas.
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