China trabaja proyecto de ley para dificultar el divorcio y llueven las críticas
El
procedimiento para registrar un matrimonio se “racionalizaría”,
facilitando y agilizando el matrimonio de las parejas. Esto podría implicar
reducir los trámites burocráticos, acortar los tiempos de espera o hacer más
accesible el procedimiento.
Por el contrario, el
procedimiento de divorcio se complicaría. Introducido en 2021 en el Código
Civil chino, podría ampliarse el “periodo
de reflexión ampliado”, periodo que obliga a las parejas a esperar
cierto tiempo antes de que se les conceda el divorcio. Podría ser una forma de
fomentar la reconciliación antes de la separación.
Las parejas que deseen divorciarse podrían enfrentarse a requisitos
adicionales, como sesiones obligatorias de asesoramiento, una presentación más
estricta de las pruebas (sobre todo en los casos de divorcio por culpa) u otros
obstáculos legales que dificulten la obtención rápida del divorcio.
La ley también podría imponer más restricciones al divorcio unilateral,
en el que uno de los cónyuges pretende poner fin al matrimonio sin el
consentimiento del otro. Esto podría incluir un escrutinio más estricto
por parte de los tribunales o umbrales más altos para conceder un divorcio
sin mutuo acuerdo.
Críticas virales en la Red
Estos cambios han sido duramente criticados por varios internautas, que
los ven como una forma de atrapar a las personas, especialmente a las mujeres,
en matrimonios infelices, abusivos o violentos.
La ley también podría
reforzar los roles tradicionales de género: las
mujeres podrían verse presionadas a permanecer casadas debido a las
expectativas sociales o a los obstáculos legales al divorcio.
Los internautas denuncian
una ley regresiva que no tiene en cuenta las complejidades y los retos de las
relaciones modernas.
Algunos ciudadanos creen
que el deseo del gobierno de complicar el procedimiento de divorcio es erróneo.
Muchos creen que se están pasando por alto cuestiones subyacentes, como la
desigualdad de género, la falta de apoyo a las madres trabajadoras y la violencia
doméstica, en favor de políticas que refuerzan las estructuras familiares
tradicionales sin abordar los problemas sociales subyacentes, como la
inseguridad económica y la inestabilidad laboral, que alimentan la reticencia
de los jóvenes a contraer matrimonio.
Por el contrario, la
revisión de la ley se considera una solución superficial a problemas
demográficos más profundos, como el descenso de la natalidad en China.
Clea Broadhurst.
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