CIERRE DE OENEGES: Iglesias de Nicaragua pagarán impuestos
AFP: San José, Costa
Rica. - El gobierno de Nicaragua obligará a las iglesias y
entidades religiosas a pagar el impuesto a la renta y ordenó el cierre de 151
oenegés, en un endurecimiento del control sobre esas organizaciones sin
precedentes desde las protestas de 2018.
"Deróguese"
el punto de la "Ley de Concertación Tributaria" donde se eximía de
esa obligación a las iglesias, denominaciones, confesiones y fundaciones
religiosas, según la resolución publicada en el diario oficial La Gaceta,
firmada por el presidente Daniel Ortega.
El gobierno canceló
también la inscripción de 151 ONG, muchas de comercio, tres días después del
cierre de 1,500 organizaciones no gubernamentales, la mayoría religiosas, en lo
que la oposición en el exilio calificó de una arremetida contra la sociedad civil.
Este cierre masivo eleva
a unas 5,300 las organizaciones anuladas por el gobierno desde las protestas en
su contra de 2018, que según Ortega y su esposa Rosario Murillo fueron apoyadas
por las ONG y la Iglesia católica, decenas de cuyos clérigos estuvieron presos
y fueron expulsados del país.
Como preludio, Nicaragua
puso en vigor el pasado viernes una polémica normativa que obliga a las oenegés
a trabajar únicamente en "alianzas de asociación" con entidades
estatales.
Un día antes Venezuela,
estrecho aliado de Ortega, aprobó una ley sobre oenegés que, según activistas
de derechos humanos, "profundizará la persecución" de críticos del
presidente Nicolás Maduro en medio de denuncias de fraude en su reelección.
- "Ahogar a la
Iglesia" -
Con las reformas a la ley
de "Control de Organismos Sin Fines de Lucro" y bajo la de "Regulación
de Agentes Extranjeros", fueron incluidos los cambios fiscales y ahora
las iglesias deberán pagar impuestos de hasta el 30% de sus ingresos anuales,
dependiendo del monto reportado a fin de año.
La experta en temas de la
Iglesia, Martha Patricia Molina, exiliada en Estados Unidos, dijo en su cuenta
en la red social X que el gobierno busca "ahogar financieramente a la
Iglesia para que caiga por su propio peso".
José María Tojeira,
portavoz de los jesuitas -cuya universidad fue confiscada en Nicaragua-, dijo a
la AFP en El Salvador que "cada día es más evidente" que "hay
un intento por destruir toda posibilidad de religión y de iglesia, y crear un
pensamiento único dependiente del poder de la familia Ortega-Murillo".
"Condenamos el
injusto cierre de Ortega y Murillo esta semana de 1,500 ONG y el violento
acoso, detención y represión de miembros de órdenes religiosas y comunidades de
fe en Nicaragua", escribió en X el jefe de la diplomacia estadounidense
para América Latina y el Caribe, Brian Nichols.
La ONU calificó el pasado
martes como "profundamente alarmante" el cierre de las 1,500 oenegés,
en su mayoría religiosas, y la confiscación de sus bienes.
"Marca un nuevo y
oscuro capítulo en la represión sistemática que ha caracterizado al régimen de
Daniel Ortega", afirmó en X el excandidato presidencial
nicaragüense Félix Maradiaga, en el exilio en Estados Unidos.
Estados Unidos y la Unión
Europea mantienen sanciones contra el círculo más cercano a Ortega, a cuyo
gobierno acusan de graves violaciones a derechos humanos actualmente y durante
las protestas de 2018, que en tres meses dejaron más de 300 muertos, según
informes de la ONU.
Ortega, exguerrillero de 78 años que gobernó Nicaragua en la década de 1980 y está en el poder desde 2007, sostiene que las protestas fueron un intento de golpe de Estado patrocinado por Washington.
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