LA REPUBLICA: Trastornos mentales y VIH impactan a reclusos
SANTO DOMINGO, RD. - La Oficina Nacional de
Defensa Pública reveló que el 11.48% de la población carcelaria tiene enfermedades mentales y el 9.84% VIH, en su “Informe de las Condiciones de
Detención y de Prisión año 2023”, publicado recientemente.
“Enfermedades
mentales con un número preocupante de 508, y el VIH con 431 infectados, esta
última cifra llama a reflexionar sobre lo permisivos que son los centros
tradicionales para permitir el ingreso de trabajadoras
sexuales”, estableció la Defensa Pública en el
documento denominado “Estado de salud”.
El documento indica que
existe como principal patología en los distintos centros de privación
de libertad del país la hipertensión
arterial con 1,569 afectados (35.81%), seguido de la diabetes con 726
pacientes (16.57%). Además, el asma con 333 casos (7.60%), las afecciones de la piel con 264 (6.03%), tuberculosis con 157 casos (3.48%), cardiopatías con 119 enfermos (2.72%),
hepatitis con 69 (1.57%), discapacidad física 44 (1%), discapacidad visual 13
(0.30%) y con otras condiciones 153 internos (3.49%).
La mayoría de los
reclusos no tienen acceso a tratamiento o a medicamentos generales, plantea el
informe, indicando que “mucho menos los necesarios para atender enfermedades
como la diabetes o los que
necesiten medicamentos de uso contralado para patologías
mentales”.
De igual forma, refiere
que en muchas cárceles las áreas médicas no están funcionando por no tener un
espacio adecuado.
Esto, según explican, es
lo que está pasando en la cárcel pública de La Vega, CCR-El
Pinito, Fortaleza de Santiago Rodríguez, Barahona, 19 de Azua, San Juan de
la Maguana y Neyba, entre otros recintos penitenciarios.
“En el CCR El Pinito el
área médica está totalmente cerrada debido a las filtraciones que hay en el
espacio”, indica en el documento.
En cuanto a los
medicamentos, el informe refiere que el Ministerio
de Salud Pública no realiza los suministros necesarios y muchos de los
reos tienen que acudir a donaciones o a familiares para que se los provean.
“Y cuando suele
suministrarse algún medicamento suele ser genérico, que en muchas ocasiones no
combaten el problema y en otros casos, el retorno a la salud lo dejan a la
evolución natural. Los más afectados con esto son los privados de libertad con
padecimientos mentales”, expone la entidad.
El documento señala que
el interno tiene que cubrir los gastos médicos cuando visita un especialista,
en tanto, cuando es referido fuera, tiene que cubrir el costo de algunos
estudios, ya que hospitales de la región no cuentan con los equipos necesarios para
investigar el padecimiento.
Por otro parte, según la información recogida de los distintos centros, Defensa Pública dijo que muchos carecen de médicos y apenas cuentan con personal de enfermería.
El informe de la Defensa Pública indica que 3.48% de los reos padece tuberculosis./“En Pedernales, por
ejemplo, no hay médicos y la enfermera lleva mucho tiempo de licencia médica. El centro 19 de Marzo en Azua no cuenta con médico general y
presenta un gran hacinamiento, lo que contribuye a la propagación de
enfermedades.
Además, aunque en
San Juan de la Maguana hay un médico y una enfermera, algunos servicios no
están disponibles, como el servicio odontológico, necesario para conservar la
salud. En Neyba se cuenta con los servicios generales de un médico y una
enfermera, pero no disponen de un espacio para un consultorio, por lo que las
consultas se realizan al aire libre, en una carpa”,
planteó.
El informe indica que
internos con enfermedades en fase
terminal requieren un cambio de régimen de cumplimiento de la pena, al
igual que muchos adultos mayores, tras citar el caso de un anciano de 103 años
recluido en Haras Nacionales.
Defensa Pública dijo que
el derecho a la salud, protegido constitucionalmente y por las normativas
internacionales, requiere que el Estado proporcione servicios médicos de
calidad a todas las personas bajo su custodia.
Por: Shaddai Eves.
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