TRAGEDIA: Angustia por desaparición de su hija le provocó muerte a padre de Ana Iris Román
Santo Domingo, RD. - Falleció
el pasado martes el padre de la señora Ana Iris Román, desaparecida
desde el 4 de julio cuando se disponía a visitarlo, desde su residencia en
Herrera, en Santo Domingo Oeste, hasta los Alcarrizos.
La
salud La Cruz Román "Don Negro" empeoró a raiz de la desaparición de
Ana Iris, quien acostumbraba a visitarlo dos y tres veces a la semana,
para pasar tiempo con él y realizar los quehaceres de la casa.
Asi lo narra Evelyn
Abreu, hija de Ana Iris.
“Que dolor tan
grande verte partir por el sufrimiento que te ha causado todo esto, traté de
hacer todo lo que pude para encontrar a mami lo más pronto posible para que el
sufrimiento y la angustia no acabaran contigo, pero aunque ahora mismo no
entiendo el porqué de tantas pruebas y juntas, Dios sabrá el propósito de todo
esto. Ahora estas en un mejor lugar y sé que Dios te permitirá descansar en
paz. Hasta luego mi abuelo querido, mi viejo ve con Dios”,
se lee en una publicación de Abreu en su cuenta de Instagram.
Ana Iris Román Martínez,
de 54 años, desapareció la mañana del 4 de julio cuando salió de su vivienda a
visitar a su padre, momento desde el que su familia perdió contacto con ella.
Estos han denunciado poco
respaldo de las autoridades en la búsqueda, puesto han proporcionado elementos,
sin embargo, las autoridades sostienen que la investigación se mantiene en
cero.
En una rueda de prensa,
la periodista Evelyn Abreu denunció que el día anterior a la desaparición el
registro de llamadas indica que hay dos números de teléfonos “comprometedores”,
y que sin embargo, la Policía Nacional no ha interrogado ni sometido
a estas personas.
“Hay dos números
de teléfonos que están comprometidos y deben ser investigados”,
explicó al tiempo de señalar que uno de las llamadas fue realizada por una ex
pareja de Ana Iris y una segunda, 10 minutos después de esta salir de su
residencia en Herrera, la mañana del 4 de julio, desde un número residencial
que desconocen.
Por: Melanie Cuevas.
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