VIAJES Patrimonio espiritual: Conoce "las islas de Dios"
EFE: Purificación León. - 2024
es un año especial para Reichenau. Para conmemorar los 1300 años de la fundación de
la primigenia abadía benedictina, se celebran multitud de actos y eventos.
El Monte
Saint Michel está ubicado en una bahía en la que se dan las mayores
mareas de la Europa continental.
A principios del siglo IX, los vikingos saquearon el monasterio de Iona en reiteradas ocasiones. Uno de estos ataques fue especialmente sangriento pues los asaltantes acabaron con la vida de 68 monjes.
La isla de Iona es célebre por ser el origen del cristianismo en Escocia. Foto Paul Tomkins/Cedida por Visit Scotland./El Lago Constanza es un lago interior de Europa Central
compartido por Alemania, Austria y Suiza.
Se trata de un destino vacacional muy valorado pues está rodeado por
naturaleza, viñedos, castillos, ciudades con encanto y diversos atractivos.
También se le conoce como el Mar Suabo ya que tiene una extensión de unos 570
kilómetros cuadrados e, incluso, alberga varias islas. En la parte alemana se
ubica la Isla de Reichenau, que este año está de celebración.
REICHENAU.
En el año 724, hace exactamente 1300 años, se fundó una abadía
benedictina en la Isla de Reichenau. Fue un importante centro cultural y
religioso durante la Edad Media. De hecho, el abad Waldo llegó a
ser consejero de Carlomagno.
Los libros manuscritos e
ilustrados por los monjes de Reichenau alcanzaron gran prestigio. En este
monasterio, el abad Walahfrid Strabo escribió `De
Cultura Hortorum´, que se considera el poema más antiguo de Europa sobre
jardinería. Incluye la descripción de plantas ornamentales y hierbas
medicinales del huerto del monasterio. En la actualidad, sigue habiendo un
huerto en el mismo lugar en el que estaba en tiempos del abad Walahfrid Strabo, en el siglo IX.
De entre los siglos IX y XI datan las tres iglesias de la Isla de Reichenau: Santa María y San Marcos, San Pedro y San Pablo y San Jorge. En esta última se conservan unos impresionantes frescos de finales del siglo X que muestran los milagros de Jesús. En el año 2000, la Isla de Reichenau, con sus tres iglesias medievales, fue declarada patrimonio de la humanidad por la UNESCO.
Vista general del islote de Mont Saint-Michel. EFE/ Rafael Cañas Fernández/
2024 es un año especial
para Reichenau. Para conmemorar los 1300 años de la fundación de la primigenia
abadía benedictina, se celebran multitud de actos y eventos como conferencias,
concursos, fiestas y una exposición titulada “Reichenau, la isla de la
abadía. Patrimonio medieval de la humanidad”.
MONTE SAINT MICHEL.
El Monte Saint Michel no es exactamente una isla, aunque a veces sí lo
es. Está ubicado en la región francesa de Normandía, junto a la desembocadura
del río Couesnon, en una bahía en la que se dan las mayores mareas de la Europa
continental.
La posición del sol y de la luna influye en
las mareas.
Éstas pueden ser de dos tipos: mareas muertas, que producen pequeños
movimientos de agua, y mareas vivas, que provocan grandes flujos. Además, el
nivel del mar también varía a lo largo del día. Alcanza su punto más alto
durante la pleamar y el más bajo durante la bajamar. En la bahía del Monte
Saint Michel la diferencia entre la pleamar y la bajamar es de unos tres metros
en periodos de mareas muertas y de unos 13 en periodos de mareas vivas. Las
mareas más espectaculares se dan alrededor de los equinoccios de primavera y
otoño. Así, el Monte Saint Michel puede estar circundado por una gran explanada
o rodeado completamente por el agua.
Según la tradición, en el año 708 el arcángel San Miguel se le apareció
en sueños al obispo Aubert y le pidió que construyera un santuario en su honor
en la isla que entonces se conocía como Monte Tombe.
Este primer templo recuerda al que rinde culto a San Miguel en el Monte Gargano, en Italia.
Imagen de la isla de Reichenau. Foto Ben Wiesenfart. Cedida por la Oficina Nacional Alemana de Turismo./
En el año 966, se instaló
en la isla una comunidad de monjes benedictinos y construyeron una iglesia
románica. A partir de entonces, el lugar se convirtió en un centro de
peregrinación. Pero, puesto que los monjes también se dedicaron a conservar,
estudiar y producir un buen número de manuscritos, el Monte Saint Michel llegó
a ser, además, un importante centro cultural.
Con el tiempo se fueron
añadiendo nuevas edificaciones, de modo que la abadía cuenta con diversos
estilos arquitectónicos. Asimismo, sus formas son sinuosas para adaptarse al
terreno, pues se halla en la cima del islote. Su torre más alta tiene una aguja
coronada por una gran estatua dorada que representa al arcángel San Miguel.
Bajo la abadía se extiende el pueblo medieval y una muralla rodea todo el
conjunto.
El Monte Saint Michel ha
pasado por todo tipo de vicisitudes a lo largo de la historia. Durante la
Guerra de los Cien Años resistió un largo asedio por parte de las tropas
inglesas. Más tarde, durante la Revolución francesa, el estado nacionalizó los
bienes del clero y expulsó a los monjes de la isla. Éstos no regresaron hasta
1969, poco tiempo después de que se cumplieran mil años de la llegada de los
primeros benedictinos. En la actualidad la abadía está habitada por una pequeña
comunidad de monjes y monjas de las Fraternidades Monásticas de Jerusalén.
El Monte Saint Michel se
ha utilizado como prisión en varios periodos históricos, el último de ellos en
el siglo XIX. Cuando la cárcel cerró definitivamente en 1863, la abadía estaba
en ruinas y hubo que restaurarla. Desde 1979, el Monte
Saint Michel y su bahía forman parte de la lista de patrimonio mundial
de la UNESCO. Hoy, este singular monumento es uno de los lugares más visitados
de Francia.
La isla de Iona es célebre por ser el origen del cristianismo en Escocia. Foto Paul Tomkins/Cedida por Visit Scotland./
IONA.
La Isla
de Iona está bastante menos concurrida. De hecho, esta pequeña isla
situada al oeste de Escocia tiene menos de 200 vecinos. Sin embargo, recibe
unos 130.000 visitantes al año, sobre todo en los meses de verano.
Iona
es célebre por ser el origen del cristianismo en Escocia. En el año 563, San
Columba llegó desde Irlanda con algunos de sus seguidores para evangelizar
Escocia y el norte de Inglaterra y fundó un monasterio en Iona que llegó a ser
un importante lugar de peregrinación.
A
principios del siglo IX, los vikingos saquearon el monasterio en reiteradas
ocasiones. Uno de estos ataques fue especialmente sangriento pues los
asaltantes acabaron con la vida de 68 monjes. En esa época, algunas reliquias
de santos se llevaron desde el monasterio a Dunkeld (Escocia) y a Kells
(Irlanda) para ponerlas a salvo. Se cree que el famoso libro de Kells, un
manuscrito iluminado que contiene los cuatro evangelios del Nuevo Testamento en
latín, procede de la Isla de Iona. En la actualidad, este valioso ejemplar se
custodia en el Trinity College de Dublín.
Hay
una copia de este libro en el museo abacial de Iona que alberga, entre otras
piezas, tres cruces celtas labradas que datan de los siglos VIII y IX. Una
cuarta cruz todavía se encuentra en su lugar original, frente a la abadía.
Además del museo, los visitantes que lleguen a la abadía pueden recorrer la
iglesia, el monasterio y su claustro. Otros lugares históricos que visitar en
Iona son las ruinas del convento de monjas agustinas y la capilla de San Orán
con su cementerio adyacente. En este lugar hay enterrados 48 reyes escoceses.
Asimismo,
la Isla de Iona cuenta con playas de arena blanca junto a las que pastan
apaciblemente las ovejas. La visita a la isla también puede aprovecharse para
pasear por la naturaleza o, incluso, para jugar al golf.
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