ARGENTINA: Miley veta ley que aumenta pensiones y jubilaciones
El presidente argentino
Javier Milei, un ultraliberal que ha hecho del recorte al gasto público su
principal objetivo, vetó la ley de reforma del sistema de jubilaciones y
pensiones promovida por fuerzas opositoras alegando que su implementación
desequilibraría las cuentas fiscales.
En
un decreto publicado el lunes el gobierno señaló que, tal como fue aprobada, la
ley dificultaría gravemente la sostenibilidad de las finanzas públicas porque
acarrearía una fuente de financiamiento extraordinaria a través de deuda
pública o aumento de impuestos.
Luego de que la oposición
logró aprobar en agosto en el Senado la norma que contempla un incremento de
más de 8% de los haberes previsionales y una nueva modalidad para actualizarlos
ante la pérdida de su poder adquisitivo frente a la inflación, el mandatario
consideró que representaba un “acto de populismo demagógico” y anunció que la
vetaría.
La Cámara de Diputados
había dado su aval a la iniciativa en junio, también por el peso mayoritario de
los opositores. El oficialismo está en desventaja numérica en ambos recintos.
Tras conocerse el veto
presidencial, opositores advirtieron que insistirán con la iniciativa en el
Congreso, que de ser aprobada por al menos dos tercios de los presentes en
ambas cámaras quedará vigente.
La normativa rechazada
por Milei contempla, además del incremento en las jubilaciones y pensiones para
compensar la pérdida del poder adquisitivo por la abrupta suba de precios a
principios de año, su actualización automática según la inflación mensual y una
cláusula anual para aplicar cuando el promedio de los salarios en el país suba
más que la inflación.
un gasto que se incrementa
El gobierno argumentó que todas estas medidas supondrían un gasto que
“se incrementaría año tras año” exponiendo a futuras generaciones "a
más emisión, deuda, inflación y pobreza”.
Indicó al respecto que las erogaciones adicionales para el Estado serían
de 1.02% del Producto Bruto Interno para este año y de 1.64% para 2025.
La norma instruye además al Estado a cancelar sus deudas con varias
provincias del país y las sentencias firmes a favor de jubilados que demandaron
a la administración.
Opositores criticaron el veto señalando que desde 2017 los haberes
previsionales perdieron un 45% de su poder adquisitivo y los bonos que el
gobierno otorga a los jubilados cada ciertos meses no alcanzan.
Aunque el Ejecutivo ha logrado desacelerar la subida de precios, el alza
del costo de vida en julio fue de 4% y la inflación acumulada en los primeros
siete meses del año alcanza el 87% . La inflación interanual está en torno a
263% en momentos en que la jubilación mínima mensual es de algo más de 225,000
pesos (231 dólares) y la canasta de servicios y alimentos para un adulto supera
los 291,000 pesos (299 dólares).
En forma paralela al veto, el gobierno oficializó un nuevo bono de 70,000 pesos (71 dólares) para jubilados y pensionados.
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