FRANCIA: Gisèle Pelicot sufrió sumisión química para dormir por su esposo durante 10 años
RFI: Los 51 acusados se enfrentan a penas de hasta 20
años de prisión por violación agravada. El principal acusado es Dominique
Pelicot, quien suministró medicamentos a su esposa Gisèle durante 10 años para
dormirla, permitiendo que desconocidos, contactados a través de Internet, la
violaran. ¿Qué es lo más chocante para usted en este caso?
En
primer lugar, hay una traición profunda, porque la víctima era la propia
esposa. Es un caso de violación en el marco conyugal. Uno puede entender que
ocurran violaciones en la calle o en otros contextos, pero que el propio marido
haga algo así es realmente impactante. Lo otro que resulta especialmente
perturbador es la magnitud del caso, ya que la víctima fue abusada por más de
90 hombres a lo largo de diez años. También es impactante que ninguno de estos
hombres denunciara lo que estaba ocurriendo. Y el tercer aspecto son las
pruebas gráficas: hay videos de cada una de estas violaciones que muestran la
brutalidad del abuso y el horror del caso.
RFI: ¿En qué consiste la sumisión química?
La
sumisión química ocurre cuando alguien administra sustancias psicoactivas a una
persona sin su conocimiento, con el fin de cometer actos delictivos como
violaciones, robos u otros crímenes. Las víctimas no se dan cuenta ni recuerdan
lo que les ha ocurrido. Lo que pueden experimentar es una fatiga extrema,
amnesia o comportamientos inusuales, pero no tienen consciencia de lo que
realmente está pasando.
RFI: En Francia, se habla de un aumento del 67% en
los casos de sumisión química. ¿A qué se debe esto?
Creo
que esto se debe a una mayor conciencia sobre los casos de violencia sexual.
Gracias a las denuncias y a una mayor sensibilización, más personas están
reportando este tipo de situaciones. Como mencionaba antes, las víctimas muchas
veces no se dan cuenta de lo que les ha sucedido. También es común que piensen
que están perdiendo la cordura porque no entienden por qué se sienten mal. El
abusador, por supuesto, niega lo sucedido y les dice que están exagerando o que
se están volviendo locas. En muchos casos, incluso los médicos no reconocen los
signos de la sumisión química.
RFI: ¿Qué opina de que las audiencias sean
públicas?
Muy
a menudo, las víctimas sienten vergüenza, a pesar de que el único que debería
avergonzarse es el violador. Él es el único que debe sentirse culpable. En el
caso de Gisèle, es muy significativo y positivo para la sociedad francesa que
ella haya querido que su juicio fuera público. Su objetivo es transformar la
sociedad y que aprendamos de lo que le sucedió.
RFI: Anne-Cécile Mailfert, usted es presidenta de
la Fundación de las Mujeres y trabaja en la campaña de concientización
#MendorsPas (No me duermas), cuyo objetivo es sensibilizar sobre la sumisión
química. Esta campaña la realiza junto a Caroline Darian, hija de Gisèle
Pelicot, quien decidió hacer público el juicio para ayudar a otras mujeres que
enfrentan abusos similares. ¿Cómo podemos luchar contra la sumisión química?
Debemos combatir la cultura de la violación. Existe una cultura del abuso, una cultura patriarcal de violencia contra las mujeres. Esta cultura convierte a los niños en hombres que violan. Además, debemos prestar atención a cómo la pornografía está afectando a las nuevas generaciones. Hoy en día, nuestros hijos están expuestos a videos extremadamente violentos, que muestran humillaciones, violaciones y agresiones contra las mujeres. Tenemos que abrir los ojos ante esta realidad.
No hay comentarios