GUATEMALA: Renovación de jueces pone a examen el historial de su cuestionada justicia
AP: Ciudad de Guatemala.
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La justicia guatemalteca está bajo el escrutinio público.
La
Corte Suprema y 45 salas de apelaciones deben renovar este año a sus jueces,
unos 250 cargos, en un proceso que ya se anticipa como un examen al poder
judicial cuestionado en los últimos años por obstaculizar la lucha
anticorrupción.
La llegada de Bernardo
Arévalo al poder y la renovación del Congreso en enero pasado reactivó la
renovación de autoridades judiciales que los gobiernos anteriores de Jimmy
Morales (2016-2020) y Alejandro Giammattei (2020-2024) suspendieron dejando en
sus cargos a funcionarios señalados por proteger a políticos y empresarios
afines.
El nuevo proceso de
selección, con un Congreso en el que el oficialismo no tiene mayoría, deja
dudas sobre si se conseguirá la pretendida purga. Organizaciones que monitorean
el sistema de justicia han dado su voz de alarma ahora por el temor de que haya
manipulación o que se pretenda elegir a abogados o jueces cuestionados.
En los últimos años
decenas de personas investigadas por corrupción en Guatemala han salido de
prisión. Además, al menos 100 operadores de justicia, periodistas o defensores
de derechos humanos abandonaron Guatemala denunciando criminalización por parte
de la fiscal general, Consuelo Porras, con apoyo de jueces y magistrados. Ésta
mantiene una confrontación abierta contra el presidente Arévalo.
El Alto Comisionado de
Naciones Unidas para los Derechos Humanos, un panel de expertos independientes,
la Organización de Estados Americanos y colectivos indígenas monitorean el
proceso desde su inicio.
¿POR QUÉ LLEGA
AHORA LA RENOVACIÓN DE CORTES?
Según la Constitución
guatemalteca, los magistrados de la Corte Suprema de Justicia y de las cortes
de apelaciones permanecen en el cargo cinco años y están protegidos con
inmunidad.
Durante los gobiernos de
Morales y Giammattei, los diputados de sus partidos políticos y aliados
pospusieron su renovación logrando inmunidad para algunos políticos. La
Comisión Internacional Contra la Impunidad en Guatemala (CICIG), un órgano de
Naciones Unidas que investigó corrupción en el país, denunció —en dos
expedientes abiertos en 2018 y 2019— que “la elección de magistrados estuvo
sujeta a la intervención de personas externas a las comisiones de postulación
con el fin de cooptar las cortes”.
Ahora se abrió finalmente
el proceso para la renovación de cortes y, entre los candidatos, hay decenas de
magistrados que quieren mantenerse en su puesto. También se postularon fiscales
del Ministerio Público —como Rafael Curruchiche— sancionados por el gobierno
estadounidense y la Unión Europea por intentar socavar la democracia
guatemalteca, o un juez que permaneció prófugo por más de un año señalado por
actos de corrupción.
¿CÓMO
SE ELIGEN LOS NUEVOS JUECES?
El Congreso de la
República, en pleno y por mayoría, designan a los nuevos magistrados a partir
de ternas que les envían las comisiones de postulación. Éstas han recibido algo
más de 1,800 postulaciones.
Para la Corte Suprema de
Justicia, se elige una nómina de 26 candidatos: 13 jueces titulares y 13
suplentes.
Para las 45 Cortes de
Apelaciones, 135 titulares y 90 suplentes.
La comisión de
postulación está integrada por magistrados, decanos de Derecho y abogados.
El viernes las comisiones
empezaron a votar sobre los candidatos que integrarán las listas y que luego
pasarán al Congreso para su aprobación. Autoridades indígenas pidieron a los
comisionados que “no voten por las y los abogados señalados de causar graves
daños a la justicia y a la democracia del país”.
Afuera y dentro del
recinto donde discute la comisión, decenas de personas vigilaban de cerca los
criterios considerados para incluir a los candidatos en las nóminas.
¿QUIÉN
PUEDE SER MAGISTRADO EN GUATEMALA?
Según la Constitución,
todos los guatemaltecos de origen, con reconocida honorabilidad, que gocen de
sus derechos ciudadanos y estén colegiados pueden ser magistrados. Su función
es incompatible con otro empleo, cargos en sindicatos, partidos políticos y con
la calidad de ministro de cualquier religión.
El presidente Bernardo
Arévalo llamó a que los profesionales de Derecho capacitados y probos aplicaran
para renovar un sistema de justicia que “por años ha estado secuestrado por las
mafias”.
Esta semana una misión de
la OEA denunció que ya hay jueces y fiscales señalados que han recibido altos
puntajes como candidatos. También señaló que recibió información sobre la
injerencia arbitraria del Ministerio Público en el proceso.
¿POR
QUÉ IMPORTA LA RENOVACIÓN DE CORTES EN EL PAÍS?
La selección de nuevos
magistrados para la Corte Suprema y las cortes de apelaciones es percibida como
una oportunidad para sanear el sistema de justicia.
“Por los niveles
de alto deterioro del poder judicial es crucial elegir magistrados probos y
competentes”, apunta el abogado constitucionalista
Édgar Ortiz. A su juicio, el sistema necesita de una intervención profunda y
urgente con dos metas: combatir la corrupción y mejorar el servicio que se
presta al ciudadano.
Por su parte, el exfiscal
Juan Francisco Sandoval, que fue jefe de la Fiscalía Especial Contra la
Impunidad y llevó ante la justicia a abogados, jueces y magistrados que
amañaron la elección de cortes en el pasado, cree que es momento de romper con
un “esquema de impunidad” al que han respondido hasta ahora las altas cortes
con resoluciones que respaldan a “corruptos”.
Sandoval está exiliado y
denunció ser perseguido por haber investigado hechos de corrupción.
"Han legitimado resoluciones que han trastocado la democracia”, subrayó.
¿EN
QUÉ MOMENTO POLÍTICO LLEGA EL PROCESO?
El accidentado comienzo
del gobierno de Arévalo, un progresista elegido con más del 60% de los votos
con la promesa de combatir la corrupción, enfrentó una secuencia de recursos de
fiscales que buscaban procesarlo e incluso anular las elecciones. Pidieron
hasta en seis ocasiones levantarle la inmunidad.
Ya como presidente,
Arévalo ha pedido la renuncia a la fiscal general por los cuestionamientos que
arrastra.
Porras ha sido sancionada
por más de 40 países por obstaculizar la lucha anticorrupción y socavar la
democracia guatemalteca. No obstante, su gestión es por cuatro años y
finalizará en mayo de 2026.
Además, los fiscales y
ahora candidatos Curruchiche, Cinthia Monterroso y Leonor Morales —bajo la
dirección de Porras y con el aval del juez Fredy Orellana— participaron en la
arremetida judicial contra Arévalo.
La población debe "estar atenta y expresar nuestro rechazo a esos candidatos que, sin ninguna vergüenza, se postularon a pesar de todo el daño que han causado al país, atentando contra nuestra democracia y nuestra voluntad soberana expresada en el voto”, recalcó Santiago Palomo, secretario de comunicación de Arévalo.
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