LA REPUBLICA-POLITICA El PRD: Un partido de constantes divisiones

Santo Domingo, RD. - La salida del presidente Luis Abinader del espectro de candidatos presidenciales de cara a dirigir el país a partir del año 2028, abrió la puerta a al menos unos seis nuevos aspirantes a lo interno del oficialista Partido Revolucionario Moderno (PRM).

En el caso de Abinader mantener su promesa de no buscar un tercer mandato, las opciones dentro del partido oficialista quedarían divididas entre varios dirigentes, quienes desde ya, poco a poco, van asomando sus cabezas en búsqueda de ser el siguiente candidato presidencial de esa organización.

Ante ese panorama, Abinader se reunió, poco después de haber sido reelecto, con los aspirantes de su organización, sin que trascendiera ningún tipo de apoyo público y, con esta reunión, tratando de evitar las pugnas políticas que dividieron en múltiples ocasiones el Partido Revolucionario Dominicano, base del cual surgió el PRM.

Los conflictos en el popularmente conocido como “viejo partido” (PRD), han estado presentes en gran parte de su historia. Nacido en 1939, tuvo su primer gobierno efímero en 1963, con Juan Bosch como presidente, durante solo siete meses en el cargo, antes de ser derrocado. No obstante, poco antes de llegar al poder, la organización política ya había sufrido la salida de dos de sus fundadores.

En el año 1962, según registros de la fecha, se crearon los partidos Alianza Social Demócrata (ASD) y el Partido Revolucionario Dominicano Auténtico (PRDA), fundados por Juan Isidro Jiménez y Nicolás Silfas, respectivamente, quienes fueron miembros pioneros del PRD, pero que debido a distintas circunstancias dieron un paso al costado.

Bosch abandona el PRD y funda el PLD

Una década más tarde, el propio Juan Bosch también saldría el PRD por distintas circunstancias conflictivas, creando el Partido de la Liberación Dominicana (PLD), organización que posteriormente tendría éxito electoral.

Con la salida de Bosch del PRD, fue José Francisco Peña Gómez quien asumió el liderazgo del partido y llevó a que en el año 1978, y aun con conflictos en la elección del candidato presidencial, Antonio Guzmán ganó las presidenciales de ese año, con Jacobo Majluta, otro actor en esa época de peso en el partido, como vicepresidente y Salvador Jorge Blanco como senador del Distrito Nacional.

A pesar del éxito electoral, las pugnas se profundizaron a lo interno del PRD, llevando a Peña Gómez a desligarse del gobierno, mientras que el vicepresidente Jacobo Majluta se enfrentó con el entonces senador Jorge Blanco.

Las disputas internas del PRD se vieron reflejadas también entre el Poder Ejecutivo y el Legislativo, mostrando a Jorge Blanco (Senado de la República) y Hatuey Decamps (Cámara de Diputados) con actitudes de oposición hacia el Gobierno, creando así más grietas y, al poco tiempo de terminar su gobierno, el suicidio de Antonio Guzmán.

Ya para el período siguiente (1982-1986), con Jorge Blanco como presidente y Majluta como senador del Distrito Nacional y frente a la Cámara Alta, registros periodísticos de la época revelan que, al igual que con el pasado gobierno, hubo conflictos entre ambos poderes que incluso llevaron, en un momento determinado, a la instalación de dos bufetes directivos en el Senado.

Tras varias acciones de oposición a su propio partido desde la presidencia del Senado, a mediados de 1984 Jorge Blanco, Peña Gómez, Hatuey de Camps y otros dirigentes maniobraron en una sesión de la Cámara Alta para escoger el nuevo bufete directivo, presentando una plancha encabezada por el legislador Domingo Tavárez Areché y de esa manera intentar ganar el poder en esa ala legislativa.

Según detallan registros periodísticos, en ese momento se eligieron dos bufetes, uno con Majluta, que mantuvo el control de las oficinas y las instalaciones del hemiciclo y otro con el representante de la Altagracia, quien estableció sus oficinas en la cuarta planta del edificio del Congreso. Finalmente, tras la mediación con distintos sectores de la sociedad civil, se decidió que el congresista Noel Suberví Espinosa, de la provincia Barahona, encabezara el ente.

Entre 1984 y 2005 el PRD tuvo diferentes divisiones que derivaron en la creación de distintas organizaciones políticas, como los Partidos Revolucionario Independiente (PRI) y Social Demócrata (PRSD), fundados por Jacobo Majluta y Hatuey de Camps, respectivamente, así como el Bloque Institucional Socialdemócrata (BIS), creado por José Francisco Peña Gómez.

Miguel Vargas e Hipólito

Años más tarde, a causa de los resultados de una convención extraordinaria del PRD, celebrada el 6 de marzo del 2011, se enfrentaron Miguel Vargas Maldonado y el expresidente Hipólito Mejía, luego de este último termino ganador. Vargas Maldonado denunció los resultados por “irregularidades”.

El conflicto derivó a que ambas facciones acudieran al Tribunal Superior Electoral, así como la confrontación física y la intervención de varios entes de la sociedad civil para tratar calmar aguas entre las partes.

Más adelante, en enero del 2013, cuando se llevó a cabo un juicio disciplinario contra Hipólito Mejía, Andrés Bautista, Orlando Jorge Mera, y Geanilda Vásquez, acusados de violar distintos artículos de los Estatutos General del PRD, se determinó que los dos primeros fueran expulsados y los otros suspendidos.

Un año más tarde, en enero del 2014, la Casa Nacional del PRD fue un campo de batalla, luego de una reunión convocada por Miguel Vargas, donde se produjeron hechos violentos, dejando un saldo de ocho heridos, por las asperezas entras su facción y la de Hipólito Mejía.

Finalmente, una alianza entre Hipólito Mejía y Luis Abinader, derivó, tras varios hechos, en el nacimiento del Partido Revolucionario Moderno (PRM), y la presentación del segundo de estos como candidato presidencial para las elecciones del año 2016.

Luego de dos elecciones en las cuales el PRM ha salido victorioso, de cara al período 2028-2032, el panorama ofrece una contienda entre Carolina Mejía, David Collado, Eduardo Sanz Lovatón, Wellington Arnaud, Tony Peña Guaba y Guido Gómez Mazara, por la candidatura del oficialismo.

 

Por: Paul Mathiasen.