LLEGADA DE NUEVOS GRUPOS: Antepasados velaban por niños y mayores
Santo Domingo, RD. - Adolfo
López, un meritorio especialista en metodología arqueológica, ha destacado
extraordinarias virtudes sociales y humanas de los antepasados antillanos,
pobladores milenarios de asentamientos establecidos en zonas ricas en
vegetación, agua, frutas y una variedad de alimentos en lo que hoy constituye
la provincia Samaná.
López puso en relieve que
estos pobladores lejanos, llegados a la isla hace casi 5,500 millones de años,
según revelan hallazgos arqueológicos de osamentas desenterradas en el llamado
Monumento Nacional Cabo de Samaná, atesoraban tres valores clave de su profunda
integridad: honorabilidad, cariño a los niños y respeto a los mayores.
“Uno se da cuenta del cariño con el que se entierra a los niños, del respeto con el que se depositan los restos humanos de los mayores”, subrayó.
Registro de datos de los hallazgos en el Monumento Nacional Cabo Samaná.Estos
antepasados, agrega, “no eran personas primitivas sin cultura, sino
individuos con orígenes sumamente honorables, igualitos que los orígenes que
tienen los europeos, pero todavía más divertido”.
Hallazgos
serán exhibidos
Los hallazgos se
encuentran en almacenes que tiene el equipo de investigación en Samaná, que han
sido alquilados y mantenidos para la continuación de los estudios.
Sin embargo, las piezas
ya han sido entregadas formalmente al Museo del Hombre Dominicano, ya que “todo
el material que nosotros sacamos, absolutamente todo, pertenece al Estado
Dominicano y el depositario es el Museo del Hombre Dominicano”, según
López.
Próximamente, estos
valiosos hallazgos serán exhibidos en varios museos del país. Uno de los
lugares principales será el Museo del Hombre Dominicano, donde el historiador
Manuel García Arévalo, quien colabora con el equipo y forma parte de la
Fundación García Arévalo, está liderando la organización de la nueva
museografía del museo.
“El Estado ya ha
dado los fondos para hacerlo y están ya trabajando en eso, y ahí van a ir
algunas vitrinas con estos materiales”, explica.
Además, hacia finales de
año, se abrirá el Museo de la Casa del Cordón, que “allí también se van a
poner una parte de los materiales que hemos encontrado”.
López dice que este es
solo el inicio y la punta de lanza de las investigaciones que seguirán
realizando en la isla.
Rastros
de otros grupos en la isla
Los “Ortoroides” y los
“Punta” o “Protocigüayos” fueron otros grupos culturales que se habrían
asentado en Cabo Samaná, luego de los “Samaneses de tradición casimiroide”
(3,550 A.C.), según las dataciones de Carbono 14 y los materiales levantados
sobre la ocupación prehispánica de esta zona a lo largo de aproximadamente
5,050 años.
Este es el resultado de
seis años de excavaciones y prospecciones arqueológicas en Cabo Samaná,
encabezadas por el arqueólogo Adolfo López. El equipo de investigación ha
logrado reconstruir los lapsos de tiempo de la ocupación en Samaná de estos
primeros humanos que poblaron las Antillas Mayores.
Estos grupos se asentaron
de forma alterna en el Abrigo de Dana (año de descubrimiento y trabajo
arqueológico 2023, 2024), el Abrigo de Daniel (2022), la Cueva Funeraria de
Daniel (2022 y 2023), el Abrigo del Frontón (2019), el Abrigo de Ferruccio
(2024), la Cueva de Sara (2024) y el Abrigo de Playa Madama (2019), en la
provincia de Samaná. Subsistencia
“Todos estos
grupos, sin excepción, utilizan los medios de subsistencia de los que les
provee la naturaleza del área: aguas de la bahía de Samaná, arrecifes de coral,
zona costero marina, llanura litoral y área boscosa del farallón y el monte que
lo culmina”, detalla López, especialista en
metodología arqueológica.
Samaneses,
el primero y más antiguo
El primer grupo arcaico
que habita la zona se asentó hacia el año 3,550 antes de cristo. Este grupo,
denominado por los investigadores como Samaneses de tradición casimiroide,
permaneció en el área alrededor de 1,450 años.
La investigación muestra
que la presencia más temprana se localiza en la Cueva Funeraria de Daniel, un
sitio que, como indica López, “funcionaba no solo como lugar de refugio,
sino también para procesar alimentos y realizar enterramientos”.
Además, descubrieron que
el Abrigo de Dana y el Abrigo de Daniel, en un principio utilizado como lugares
de habitación, posteriormente fueron transformados en cementerios.
Explica que “el Abrigo
de Daniel observamos que en un momento dado se abandona como zona de habitación
y es utilizado posteriormente como cementerio por quienes habitaban en el
Abrigo de Dana”, algo que, según él, fue corroborado por las coincidencias
en las dataciones de Carbono-14 de ambos sitios arqueológicos.
“Las pruebas
demostraron que son coetáneos”, dice.
Nuevo
grupo
Según estudios
arqueológicos y el pliego de pruebas arrojadas por los hallasgos, 250 años
después, otro grupo cultural arcaico, conocido como Ortoroides, se asienta en
los abrigos del Cabo Samaná. Este grupo, completamente distinto a los Samaneses
de tradición casimiroide, permanece en los abrigos del Cabo Samaná durante
1,025 años.
Por : Shaddai Eves.
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