REDES SOCIALES: Bloqueo de X en Brasil alimenta el debate sobre qué se puede decir en las redes
AFP:
Brasilia, Brasil. - ¿Una
decisión drástica pero necesaria o pura censura? La suspensión de la red
social X en Brasil ahondó el debate sobre los límites de la libertad
de expresión en las redes sociales, en momentos en que otros países buscan
también poner coto a redes como Telegram o TikTok.
El antiguo
Twitter dejó de funcionar el 31 de agosto en el mayor país de América
Latina por orden del juez de la corte suprema Alexandre de
Moraes, que acusó a la empresa propiedad del multimillonario Elon Musk
de desinformar e incumplir reiteradamente sus decisiones.
El
bloqueo afectó a 22 millones de usuarios del foro virtual que empezaron
a migrar a redes menores, como Bluesky y Threads, so pena de enfrentar
cuantiosas multas.
"Claramente Brasil se
unió al debate global sobre redes sociales y libertad de expresión", afirma Carl Tobias, profesor de Derecho de la
Universidad de Richmond, en Estados Unidos.
La
disputa de Musk y la justicia brasileña "refleja preocupaciones similares
sobre cuál es la mejor forma de regular" estas plataformas que hay
actualmente en Estados Unidos y Europa, agrega.
En Francia, el
fundador y jefe de Telegram, Pavel Durov, fue inculpado a finales de
agosto por publicar contenidos ilegales en su aplicación, mientras que TikTok
enfrenta en la justicia estadounidense acusaciones de violar la privacidad de
sus usuarios menores de edad.
Luego
de su salida de Brasil, X podría enfrentar por su parte un destino similar en
la Unión Europea, que evalúa multas millonarias y hasta la suspensión temporal
del servicio por posibles violaciones a una nueva ley que busca acabar con los
espacios sin ley en internet.
Musk, "problema global"
Para
Tobias, en el centro del debate está el "equilibrio" entre el combate
a la desinformación y el discurso de odio, y el respeto a la libertad de
expresión, en un contexto en que las plataformas digitales tienen un gran
impacto en la sociedad.
Además
de hacer campaña por el republicano Donald Trump en Estados Unidos, Musk se
inmiscuye en el debate político de otros países y aporta su apoyo a la derecha
y extrema derecha en Gran Bretaña o Brasil.
"Elon
Musk es un problema global",
asegura Afonso de Albuquerque, para quien también se trata de una pugna entre "la
soberanía de los Estados frente el poder de los multimillonarios".
El
magnate estadounidense "compró Twitter y lo transformó en un proyecto
político, que tiene que ver con su inserción dentro de un circuito de extrema
derecha", según este profesor en Comunicación en la Universidad
Federal Fluminense de Río de Janeiro.
En
nombre de la lucha contra la desinformación, Moraes acusó al antiguo Twitter de
desestimar las órdenes judiciales de bloquear cuentas de figuras influyentes de
los movimientos ultraconservadores ligados al expresidente Jair Bolsonaro.
"Asesino de la democracia"
Su
decisión fue aplaudida por la izquierda liderada por el presidente Luiz Inácio
Lula da Silva y criticada por la oposición derechista.
"¿Quién
se piensa que es?", dijo Lula
en alusión a Musk.
La
democracia "no es el derecho de mentir, de expandir el odio ni atentar
contra la voluntad del pueblo", afirmó también el presidente.
El
magnate quiere "colonizar digitalmente Brasil", criticó a la
AFP el diputado Elvino Bohn Gass, del Partido de los Trabajadores, de Lula.
En
cambio, miles de bolsonaristas bramaron el sábado contra Moraes en una
manifestación en Sao Paulo para defender la "libertad", en la que su
líder llamó al juez de "dictador".
Allegados
de Bolsonaro desafiaron la prohibición y siguieron publicando en X, como su
hijo Eduardo, diputado federal, quien acusó a Moraes de "asesinar la
democracia".
¿Motivación política?
En
esta controversia, la población además de estar dividida, no ve solo una
cuestión judicial.
Una
mayoría de brasileños (56,5%) ve una "motivación política" en
la decisión de Moraes y estima que las acciones de la corte sobre X "debilitaron
la democracia" (54,4%), según una encuesta de AtlasIntel entre más de
1.600 entrevistados.
Pese
a todo, casi la mitad (49,7%) da la razón a Moraes frente a Musk.
El
debate también da qué hablar más allá de Brasil.
Aunque
juzgó "lamentable" el bloqueo por afectar la labor periodística, la
organización Reporteros Sin Fronteras (RSF) lo consideró
"justificado" debido a las negativas de la red a responder los
pedidos de las autoridades.
En cambio, el semanario liberal The Economist estimó que la justicia brasileña fue demasiado lejos al poner freno a la libertad de expresión, en un contexto en que también las "democracias ricas" están recurriendo cada vez más "a las tijeras de la censura".
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