VIDA VERDE: Antillena miguelangeli, nueva especie de araña endémica de La Española
Santo Domingo, RD. - Antillena
miguelangeli. Así se llama la nueva especie de araña
endémica de La Española que desde su publicación en la revista científica Zootaxa, el pasado mes de agosto, entró a formar parte de
la lista de invertebrados de la fauna dominicana.
La segunda tarántula
arborícola de República Dominicana fue descrita por los aracnólogos Gabriel de los Santos, del Museo Nacional de Historia Natural “Prof.
Eugenio de Jesús Marcano” (República Dominicana), y Rogério Bertani, del Instituto Butantan (Brasil).
La araña habita en el
Refugio de Vida Silvestre El cañón del río Gurabo o Furnia de Gurabo, en la
provincia Valverde.
Es la segunda especie del
género Antillena hallada en territorio dominicano, comparte De los Santos con la
Prensa.
La primera, descrita por Bertani y Jeremy Huff en 2013, es la Antillena rickwesti (anteriormente Avicularia rickwesti).
Ejemplar de individuo hembra de Antillena miguelangeli./Hasta el momento, ambas
especies de la familia de los terafósidos solo se conocen en República
Dominicana.
UN POCO DE HISTORIA
Cuando se describió la
primera especie en 2013 se hizo dentro del género Avicularia,
un género que agrupa tarántulas con conducta arborícola. El macho y la hembra
fueron localizados en la provincia de Pedernales.
De los Santos explica que
una revisión hecha años más tarde a esta subfamilia determinó que “la
especie que se conocía aquí como Avicularia rickwesti realmente
pertenecía a un nuevo género, exclusivo de La Española, sin relación con el
género en el que se describió primero; de ahí que se queda como género
monotípico (un género con una sola especie)”.
¿Cómo lo supieron?
“En general, las tarántulas son excavadoras o habitan en
oquedades ya existentes, pero también las hay arborícolas, como las de
la subfamilia Aviculariinae, a la cual pertenece el género Antillena. Las
características que diferencian a este de los demás géneros en esta subfamilia
es que los machos presentan unas quillas
en el émbolo y las hembras tienen sus espermatecas con la mitad distal
esclerotizada”, expone el biólogo dominicano.
El biólogo Gabriel de los Santos, curador de la colección de áracnidos del MNHN, muestra algunos ejemplares de Antillena miguelangeli. Estas tarántulas pueden llegar a medir unas dos pulgadas./
UNA DEDICATORIA ESPECIAL
Gabriel dedicó la nueva
especie al fotógrafo de naturaleza Miguel Ángel Landestoy.
Fue Landestoy quien,
incluso antes de que se describiera la primera especie, le comunicó a Gabriel
sobre una araña que le llamaba la atención porque hacía una especie de
conito de seda en los árboles.
“Ese grupo de
arañas de la familia de la tarántulas no construye la seda que estamos
acostumbrados a ver. Dependiendo del grupo, unas tapizan la entrada de la
madriguera y otras forran completamente dentro de la madriguera”,
sostiene Gabriel.
Agrega que en este caso,
el grupo de arañas Aviculariinae lo que hacen es que aprovechan las oquedades
que hay en los troncos de los árboles, las tapizan por fuera y ahí hacen una
especie de túnel.
“A él le llamó la atención. Esa seda termina camuflándose con el entorno porque se le pegan las hojas que caen y pedazos de las mismas corteza de los arboles... Todo se va acumulando encima de esa seda y termina camuflando la madriguera. Si es de día, hay que tener bien entrenado el ojo para darse cuenta . De noche es un poco más fácil porque ellas se posan en la entrada de la madriguera, sacan los primeros dos pares de patas y ahí esperan a que la presa pase cerca o aterrice”.
Antillena miguelangeli en la entrada de su madriguera./
Landestoy
vio esta araña en Pedernales, en los parques nacionales Jaragua y Sierra de
Bahoruco. Y la volvió a ver más tarde en el Refugio de Vida Silvestre Furnia de
Gurabo.
Como
la primera ya había sido descrita, Landestoy conocía la araña. Esto motivó que
el MNHN se interesara en elaborar un inventario de la fauna en
esta área protegida.
“Desde
que la vi supe que era algo nuevo- comenta Gabriel-. Tenía la sospecha, al
igual que Landestoy (y otros colegas), de que se trataba de una especie
nueva por la diferencia morfológica externa. Pero en ciencias hay que
tener cuidado”.
Gabriel
colectó ejemplares, revisó la genitalia de la araña y confirmó sus sospechas.
“No
había manera de negar que era una especie nueva y procedí a
describirla”.
El
trabajo que inició en el 2018 incluyó varias expediciones al campo y trabajo en
laboratorio.
¿DONDE HABITAN LAS ARAÑAS?
“Desde que extraje la
genitalia de la hembra y la comparé con la especie que ya estaba descrita era
irrefutable que se trababa de una especie nueva. Más adelante, en el último
viaje que hicimos, recolectamos el macho”.
Landestoy también le había informado de otras poblaciones vistas en Azua, Barahona y Peravia, incluyendo la Sierra Martín García.
La principal característica de esta araña es su conducta arborícola, la mayoría de las tarántulas son fosoriales./“Aprovechamos para
recolectar allá, para ver si se trataba de alguna de las dos especies (la que
ya se conocía o la que estaba describiendo) o de una tercera. Cuando comparé la
genitalia, vi que se asemejaba mucho a la primera especie”.
Gracias a estas
observaciones de campo fueron incluidas las provincias de Azua, Barahona y
Peravia como nuevos registros de distribución para la Antillena
rickwesti.
Coautoría. Gabriel
invitó a Rogério Bertani, coautor de la descripción de la primera especie, para
que formara parte de la investigación. Bertani es aracnólogo especialista en
este grupo de arañas, los migalomorfos.
La principal
característica de esta araña es su conducta
arborícola , pues la mayoría de las tarántulas son fosoriales.
“Se han observado
madrigueras a alturas entre 0.3 y 4.0 metros, pero por lo general se encuentran
entre 1.0 y 2.5 metros. En ocasiones se ha observado más de una madriguera en
árboles con múltiples ramas, pero nunca
en la misma rama. Se han encontrado entre cinco y ocho juveniles en la
misma madriguera junto con la madre, a veces con una marcada diferencia de
madurez”, apunta Gabriel.
Generalmente se las
encuentra en árboles cuyas ramas tienden a bifurcarse, dice el encargado del
Departamento de Investigación y Conservación del MNHN .
“Uno sale a colectar en la mañana, levantando
piedras, troncos; revisando cortezas, de todo… Y en la noche uno vuelve y sale
desde las nueve hasta que se canse. A veces nos dan las 2:00 de la mañana
caminando”. Gabriel de los Santos, aracnólogo.
GRAN DIVERSIDAD
Gabriel explica que la
diversidad de arácnidos de La Española (República Dominicana y Haití) comprende
más de 760 especies, de las cuales el 49% son endémicas, y representan
todos los órdenes conocidos de esta clase, excepto Ricinulei.
Con más de 450 especies
conocidas, las arañas son el grupo más diverso, seguido de los ácaros
(170), alacranes o escorpiones (47) y los pseudoescorpiones (36).
Y sobre la fauna fósil,
detalla que se conocen 215 especies de arácnidos del ámbar dominicano, siendo
las arañas el grupo más diverso (174).
IMPORTANCIA DEL HALLAZGO
Para Gabriel, además de
sumar otra especie al listado de especies conocidas, radica en que “se sigue
aportando datos sobre la gran biodiversidad de nuestra isla, donde se
encuentran muchas especies exclusivas”.
¿QUE COMEN?
“Son depredadoras, insectívoras,
comen insectos en general, artrópodos. Estas –las del género Antillena- son
cazadoras: esperan a que la presa caiga. En el árbol, se posan a la entrada de
su madriguera esperando a que cualquier insecto que ande volando o trepando por
el árbol se acerque. Ella los embosca, los ataca y los apresa”.
¿Son
venenosas? Las tarántulas tienen veneno,
advierte De los Santos, “pero no todas afectan al hombre de igual manera”.
“En general, el
veneno de las tarántulas no es potencialmente peligroso; no debe pasar de dolor
del momento, de la hinchazón, pero cada organismo es diferente. Siempre se
advierte que desde que te pique una araña, sea cual sea, acudas al médico
porque no se sabe las complicaciones que pueda conllevar”.
Gabriel de los Santos es el curador de la colección de áracnidos del Museo Nacional de Historia Natural (MNHN)./
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