PLAN NACIONAL: Luces y sombras del operativo del gobierno contra migrantes haitianos indocumentados
Santiago, RD. - Tal
como lo ha dispuesto el presidente Luis Abinader, los operativos migratorios se
han intensificado a fin de alcanzar la meta de repatriar a 10,000 inmigrantes
irregulares por semana.
En Santiago, la presencia militar, de agentes de Migración, sus famosas
“camionas” y la Policía Nacional en las calles, ha incrementado, y con ellos,
las constantes denuncias de abuso de poder y maltratos, incluyendo, la
detención de ciudadanos dominicanos.
hacinados y sin comida
La desesperación de cientos de migrantes detenidos en el centro de
acopio sobresale hasta las afueras del lugar. El olor y los escándalos penetran
el portón del departamento de Migración aquí en Santiago.
Adentro, el panorama es
todavía peor. De acuerdo a Jumilce Valcin, un pastor haitiano que facilidades
para entrar al recinto y asistir a los detenidos, se estima que hay de entre 60
a 80 personas por habitación o celda, por lo que “algunos no pueden ni respirar,
de tanta gente”.
Allí hay migrantes que
han permanecido apresados hasta por dos días, donde no se permite entrar
comida, solo una botella de agua. A este centro de acopio de Santiago llega
gente detenida en otras demarcaciones, como Moca.
Una vez llegan al
recinto, tienen derecho a una llamada para avisar que han sido detenidos y
puedan llevarles lo que necesitan para salir o para su viaje de retorno a
Haití.
Afuera del centro de detención, muchos familiares, allegados y
empleadores dijeron estar de acuerdo con la repatriación de las personas con
estatus ilegales, siempre y cuando se les respete su dignidad humana y no los
maltraten.
caso de menores
Varios nacionales haitianos de los que permanecían en las afueras del
centro de migración de Santiago, esperaban que dejaran en libertad a sus hijos
o dependientes menores de edad, quienes habían sido apresados mientras se
dirigían a la escuela y otros mientras trabajaban.
Un hombre, que prefirió no identificarse, contó que a sus dos hijos se
los llevaron a pesar de haberse identificados como menores de edad y les
enseñaron su mochila con cuadernos y libros mientras se dirigían a la escuela.
Otro caso es el de Lenny
Pérez, una mujer que tenía a un menor haitiano trabajando como delivery. Cuenta
que es un muchacho bueno, que todo lo que consigue es para comprarle medicina a
su madre, que está enferma de cáncer.
“El se iba a
montar en el motor, (a llevar un pedido) y llegó migración y lo montó, yo les
dije, mira él es menor, trabaja aquí, su mamá tiene cáncer y vive a una
esquina, yo te puedo llevar donde ella, y me dijeron no, yo le enseñé el carnet
de escuela y me dijeron “quítenme eso de ahí que él es haitiano”, y para
adentro se lo llevaron”, contó Pérez a la Prensa.
Asimismo, Lenny atestiguó
como un guardia rompió un documento de identidad que un nacional haitiano le
estaba mostrando.
dominicanos apresados
Miguelina Barrientos, es una madre dominicana residente en la provincia
de Montecristi, quien se encontraba afuera del centro de Migración de Santiago,
buscando a su hijo a quien los guardias apresaron “por ser negro”.
Cuenta que el muchacho fue detenido mientras compraba una comida en
Villa Vásquez, “porque ahora uno no puede ser de color negro, ahora es un
delito ser negro, porque uno es negro ahora uno es haitiano”.
Dice que después de una larga espera, cuando le permitieron pasar a ver
a su hijo, este le dijo “sácame de aquí, que yo no soy ningún haitiano”.
Miguelina indicó que después de mostrar la cédula dominicana, el pasaporte y
residencia americana de su hijo, fue dejado en libertad, pero que cuando é
llegó al centro y se identificó como dominicano, un guardia le pidió 500 pesos.
el retorno
Si bien miles son deportados diariamente, otros tantos regresan a los
pocos días. Contadas por los mismos haitianos, estas son las historias de su
travesía para volver y cuanto les cuesta:
“Entre 9 y 10 mil pesos si es en vehículo como motoconchos, carros y
yipetas que ya tienen el negocio cuadrado con los agentes de migración en la
frontera. Si es por el monte, cinco o seis días caminando, son entre 4 y 5 mil
pesos”, explica un nacional
haitiano conocido como Chipa, quien trabaja en la agricultura de República
Dominicana desde hace 18 años.
A él lo han deportado a Haití en cuatro ocasiones. La última vez, un
viernes de hace aproximadamente dos meses, fue detenido cuando iba de camino a
su trabajo. Cuenta que le faltaron 200 pesos para pagar 10 mil, por el viaje de
retorno con un motoconcho.
“Se le paga a los motoconchos, migración los para pero ellos pagan el
peaje a los guardia los dejan seguir”, indicó. Dice que los agentes de migración ya conocen a los choferes que
se dedican a este trabajo de movilizar a los ilegales, y por eso no los
detienen.
Asimismo, otro nacional haitiano identificado como Lele, dice que una
sola vez lo llevaron preso, ya que antes, con su carnet de trabajo podían venir
al país “normal”, pagando su pasaje, pero ahora, es escondido. “si tu no
vienes escondido, la guardia y migración te devuelven para atrás”
Cuenta que el problema es que “venir escondido sale más caro, entre
10 mil y 9 mil pesos”. Explica que la guardia coordina con haitianos que
conocen, ellos pagan y los agentes dejan el espacio libre para que ellos
crucen.
Asegura que actualmente, tienen miedo porque no pueden salir a trabajar,
“uno sale de trabajar cansado, explotado y la guardia de una vez se lo lleva
a uno”, dijo, asegurando que “uno viene aquí atrás del trabajo y después
a pasar mucho trabajo cuando lo agarran”.
Dijo, además, estar de acuerdo con que se deporten a los ilegales,
“porque ese su trabajo”, pero la manera no es la correcta. “Meten a
todos en ese calentón de la camiona, niñas, niños, mujeres embarazadas, a
todos”, puntualizó.
sector bananero
El sector agrícola, sobre todo el bananero en la provincia Valverde, es
uno de los que más se ven afectados por la deportación masiva de nacionales
haitianos, ya que son su principal mano de obra.
Francis Polanco, un productor bananero de la zona, explicó que “hay
un mito sobre todo en el criterio de que se emplea mano de obra haitiana porque
es más barata, negativo, ya las cosas han cambiado muchísimo a nivel de campo
en ese sentido, pero básicamente también porque el dominicano no quiere
trabajar el campo, no quiere ir acá”.
Dice que en los últimos días la presión ha aumento, “antes ellos andaban
en un motor y una camioneta ahora andan tres motores y dos camiones”, sin
embargo, los primeros días se ve el resultado y luego ya no.
Polanco Entiende que los funcionarios deben buscar las soluciones y
alternativas para regularizar a los trabajadores del campo y de otros sectores
como la construcción. O bien, que los controles sean en todas partes, no solo
en las partes críticas o donde hay comercio.
“Yo tengo trabajadores que se lo llevan hoy, y ocho mil pesos después, a
los cuatro días ya están aquí otra vez”, puntualizó.
Indicó que anteriormente, a través de la Asociación Dominicana de
Productores de Banano, Inc. (Adobanano), se emitió un carnet que les permitía a
ellos, por el hecho de que estaban trabajando, permanecer aquí, pero los
guardias se lo están quitando. “Ellos muestran el carnet a los agentes y
ellos dicen que no lo reconocen porque no se hizo un acuerdo con migración.
Pues si eso es lo que hay que hacer, vamos a hacer el acuerdo”.
plan de regularización
El Plan Nacional de Regularización de Extranjeros (PNRE) de la República
Dominicana fue implementado en 2013 como respuesta a la sentencia del Tribunal
Constitucional (TC-0168-13) y se basó en el Decreto 327-13, diseñado para
regularizar a los extranjeros en situación migratoria irregular que residían en
el país antes de 2011, permitiendo que más de 288,000 personas obtuvieran un
estatus legal.
Sin embargo, el PNRE emitió sus últimos documentos importantes a
mediados de 2017, cuando los permisos iniciales otorgados durante la
regularización comenzaron a vencer. Durante ese período, se emitieron alrededor
de 230,065 carnés para personas que lograron obtener un estatus migratorio
regular.
Este plan tuvo una duración inicial de 18 meses, durante los cuales las
personas podían solicitar su regularización. Sin embargo, desde el vencimiento
de los permisos iniciales en 2017, se ha evidenciado que el proceso ha sido
problemático. Una auditoría realizada en 2022 mostró que 97% de los extranjeros
regularizados no cumplieron con todos los requisitos, lo que ha llevado a
dificultades para mantener la continuidad y eficacia del plan.
Por: Ashley Martínez.
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