China está lista para ser "socio y amigo" de EEUU, afirma Xi
AFP: Beiyi, SEOW. - China está "lista para ser un socio y amigo de Estados Unidos", dijo
el miércoles el presidente Xi Jinping a empresarios estadounidenses en San
Francisco, en un contexto de preocupación por la desaceleración de su economía.
Si un país ve al otro como un competidor principal y un desafío
geopolítico, "esto solo conducirá a
medidas equivocadas, acciones desacertadas y resultados no deseados", dijo
en una cena al margen de la cumbre del Foro de Cooperación Económica
Asia-Pacífico (APEC) que se celebra en California.
Los
comentarios de Xi en San Francisco se produjeron horas después de su esperada
reunión con el presidente estadounidense Joe Biden, donde ambos acordaron
reducir las tensiones, en su primera encuentro en un año.
Las dos
partes anunciaron una serie de acuerdos, comenzando con la reactivación de una
línea directa militar de alto nivel. Todo ello después de sostener
conversaciones en el lujoso Jardín Filoli, la opulenta finca que fue escenario
de la serie "Dinastía" en la década de 1980.
"Deberíamos construir más puentes y pavimentar más caminos para las
interacciones entre personas", dijo Xi ante
una audiencia de alrededor de 400 líderes empresariales, funcionarios
gubernamentales y académicos. "No
debemos crear obstáculos ni crear un efecto paralizador", añadió.
Entre los
invitados se encontraban el director general de Apple, Tim Cook; Laurence Fink,
de BlackRock; y el director general de Pfizer, Albert Bourla, según la lista a
la que tuvo acceso la AFP.
Los
comentarios de Xi en el evento organizado por el Consejo Empresarial Estados
Unidos-China y el Comité Nacional de Relaciones Estados Unidos-China ocurren en
medio de preocupaciones sobre una supervisión empresarial más estricta de China
y las tensiones bilaterales.
La confianza
de las empresas extranjeras en China alcanzó en septiembre su punto más bajo en
años, según lobistas empresariales estadounidenses y europeos, en un momento en
que las firmas estadounidenses buscan desviar sus inversiones.
El encuentro
entre Xi y Biden no estuvo exento de polémica, ya que después de la reunión, un
periodista le preguntó al presidente estadounidense si aún considera que Xi es
un "dictador".
"Es un término que usamos antes. Él [Xi] es un dictador en el
sentido de que es un tipo que dirige un país comunista, que está basado en una
forma de gobierno completamente diferente a la nuestra",
respondió Biden.
La portavoz
del ministerio chino de Relaciones Exteriores de China, Mao Ning, respondió
este jueves afirmando que "este tipo
de discurso es extremadamente erróneo y es una manipulación política
irresponsable".
- "China sigue abierta a los negocios" -
Para Lindsay
Gorman, investigadora principal del Fondo Marshall Alemán de Estados Unidos, "Xi está interesado en señalar que, a
pesar de las tensiones geopolíticas, especialmente en torno a las industrias de
alta tecnología, China sigue abierta a los negocios".
Pero "hay mucho más escepticismo"
por parte de las empresas estadounidenses que hace diez años, aunque, algunas
puedan estar deseosas de superar las tensiones, agregó.
Thibault
Denamiel, del Centro de Estudios Estratégicos e Internacionales (CSIS), señaló
que el gigante tecnológico chino Huawei presentó inesperadamente un nuevo
teléfono inteligente, que utiliza tecnología avanzada de 7 nanómetros, durante
la visita de la Secretaria de Comercio de Estados Unidos, Gina Raimondo, a
China este año.
Parece que
las autoridades chinas están enviando un doble mensaje: que pueden sortear los
vientos geopolíticos en contra, como los controles de chips estadounidenses, y al
mismo tiempo alientan a las empresas extranjeras a seguir invirtiendo en el
país, añadió.
Xi, que se
reunió recientemente con el gobernador de California, Gavin Newsom, afirmó que
recibiría con agrado las visitas de políticos regionales y miembros del Congreso.
Pero, como un
recordatorio de las tensiones subyacentes, Mike Gallagher, un republicano que
preside un comité de la Cámara de Representantes sobre la Competencia
Estratégica entre EEUU y China, arremetió contra la asistencia a la reunión de
altos líderes empresariales estadounidenses.
Consideró
"desmedido" que firmas estadounidenses paguen por una cena de
bienvenida ofrecida por el Partido Comunista, pese a las acusaciones contra
China de haber perpetrado un "genocidio" en la región de Xinjiang.
Gallagher
añadió que los ejecutivos "deben
reconocer que la realidad de hacer negocios en China hoy incluye el mayor
riesgo de detenciones arbitrarias, prohibiciones de salida y redadas por parte
de los servicios de inteligencia chinos".
Mientras el encuentro se desarrollaba en un hotel de la ciudad, activistas pro Tíbet se manifestaban contra la presencia de Xi, a quien acusan de atentar contra los derechos humanos de sus compatriotas. Al lugar también llegaron decenas de personas con banderas de la República Popular China.
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