DERECHOS HUMANOS: La universalidad de los Derechos Humanos, una utopía 75 años después de su adopción en la ONU
EFE: Ginebra.
- Naciones Unidas celebra hoy el 75 aniversario de la adopción de
la Declaración Universal de los Derechos Humanos, un texto creado para evitar
que se repitieran los horrores de la II Guerra Mundial pero que aún se incumple
de forma flagrante en guerras contemporáneas como las de Gaza o Ucrania.
El 10 de diciembre de 1948, la Asamblea General de la ONU en París
(Nueva York no sería la sede permanente de esas reuniones hasta 1952) adoptó un
texto que quería recoger los diferentes derechos del ser humano, empezando por
la vida, la libertad y la seguridad, primeros en ser mencionados en su artículo
3.
"Nació
de lecciones aprendidas tras dos guerras mundiales, el Holocausto, la
destrucción atómica, la profunda devastación económica y generaciones de
explotación colonial, opresión e injusticia", afirma el alto comisionado de la ONU para los
Derechos Humanos, Volker Türk, quien mañana lunes presidirá los actos de
conmemoración del 75 aniversario en Ginebra.
Similares
relaciones de derechos se habían incluido en documentos legales a lo largo de
toda la historia, desde la Carta Magna inglesa de 1215 o la Declaración de los
Derechos del Hombre y del Ciudadano en la Revolución Francesa, pero el texto de
1948 perseguía tener un carácter más universal que no excluyera, como textos
anteriores, a mujeres, personas de determinados credos o grupos sociales
enteros.
De ahí el
tono universalista de su artículo 1: "todos
los seres humanos nacen libres e iguales en dignidad y derechos y,
dotados como están de razón y conciencia, deben comportarse fraternalmente los
unos con los otros".
Algunos
historiadores ven como uno de los principales precedentes en este afán
universal el debate ético y filosófico que en la Escuela de Salamanca del siglo
XVI encabezó el fraile dominico Francisco de Vitoria, ante los abusos sufridos
por los indígenas en los primeros años de la conquista de América.
NUEVE AUTORES PRESIDIDOS POR UNA
MUJER
La Declaración Universal de Derechos Humanos fue
redactada entre 1947 y 1948 por un comité de nueve expertos presidido por
Eleanor Roosevelt, viuda del presidente de Estados Unidos Franklin D.Roosevelt,
fallecido en 1945.
El jurista canadiense John Peters Humphrey y su
colega francés René Cassin elaboraron los primeros borradores, y en un comité
que buscaba representantes de todo el mundo la aportación latinoamericana la
puso el abogado y diplomático chileno Hernán Santa Cruz.
A él se atribuye el hecho de que la declaración
incluya algunos derechos socioeconómicos (a la educación, a la seguridad
social, a "igual salario por un mismo trabajo"...) pese a las
reticencias de algunos países occidentales.
La declaración, en una ONU de la que España aún no
formaba parte (entraría en 1955), fue aprobada por 48 votos a favor y ocho
abstenciones, en su mayoría procedentes de países del bloque socialista como la
Unión Soviética, Polonia o Checoslovaquia, que al parecer querían en el texto
una condena más clara al fascismo.
También se abstuvo Arabia Saudí, en desacuerdo por
el artículo en el que se defendía el derecho de cualquier persona a cambiar de
religión, o Sudáfrica, que ese mismo año instauró el "apartheid",
probablemente uno de los sistemas legales más alejados de la idea de que todos
los hombres tuvieran iguales derechos.
NUEVE AUTORES PRESIDIDOS POR UNA
MUJER
La Declaración Universal de Derechos Humanos no
tiene carácter vinculante, pero sí inspiró textos internacionales que sí lo
son, como el Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos, en vigor
desde 1976, o diversas convenciones para la defensa de la mujer, la protección
de la infancia o la lucha contra la tortura, entre otras.
"Inspiró
el movimiento de descolonización, la lucha antiapartheid, y a defensores de la
libertad de todo el mundo, en materia de género, derechos LGBTIQ, contra el
racismo... Necesitamos honrar todos esos logros", asegura Türk.
El alto
comisionado, que recibirá a mandatarios y ministros de Asuntos Exteriores de
todo el mundo en los actos de conmemoración, reconoció que no es el mejor de
los tiempos para celebrar el aniversario, en un mundo con más de medio centenar
de conflictos abiertos, un número casi inédito desde que naciera la ONU en
1945.
"Sin
embargo, creo que es precisamente ahora, en un tiempo en el que tenemos tantos
desafíos, cuando tenemos que pensar que sin la declaración podríamos estar en
una situación aún más grave, carentes de un estándar universal para que el
mundo salga de las desigualdades, la miseria y la guerra", afirmó.
Con 30 artículos en un lenguaje conciso, el breve texto es el documento traducido a más idiomas de la historia, con por ahora 555 versiones oficiales de la declaración: este año se unió, entre otras, la traducción a la lengua valenciana.
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