SENDEROS: ¡Descúbrelo! ¡Dios vive en ti!
Santo
Domingo, RD. - Los sentidos se caracterizan en
presentarnos una panorámica de efectos en la vida que se describen como
realidad; y para lograr esto, promueven a que el hombre lo acepte como tal a
través del gozo, placer y el atractivo de cosas materiales.
Al estar el hombre corriente
sumido en ignorancia por culpa de esto, no puede discriminar que todo aquello
que le es perceptible a los sentidos, es susceptible también a cambiar de
estado, y por tanto impermanentes.
Es en este caso que nos
descuidamos y se nos hace inoportuno buscar la verdad, que como naturaleza y
esencia divina subyace en la intimidad de nuestro ser.
Bueno sería, entonces,
asistirnos de la guía de un maestro y sus enseñanzas, espirituales por demás, que permitan con disciplinas auténticas,
autobservación y oración, descubrir a Dios en nosotros, y participar
de su excelsa presencia manifiesta en amor.
Cristo, inmanente y
revelador, se expande como el Consolador, el Espíritu Santo, que nos llena a
capacidad con sabiduría y se desborda con su plenitud y amor.
Se conoce que muchos de
nuestros ancestros espirituales insistían con sus enseñanzas y prédica de vida
en que nos conociéramos a nosotros mismos, transitando el sendero interno e
iniciático del alma, y descubriríamos que no
somos el cuerpo, no somos la mente equivocada; que sí, somos Espíritu,
como emanación del Espíritu Uno -Conciencia Universal Madre- en la cual nos
movemos, y tenemos por eternidad existencia.
Por: Lesbia Gómez Suero.
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