CONTAMINACIÓN: La inmundicia arropa entorno del "Mercado Nuevo" de la avenida Duarte
Santo Domingo, RD. - Los
vertederos improvisados arropan el Mercado Nuevo de la Duarte. La situación es
crítica. Son muchos. Están dispersos en distintos puntos de la intersección
formada por la calle Libertad y la avenida Duarte, donde está situado el
mercado, cuyo entorno sobresale por la falta de limpieza.
Otro factor, es el mal
olor: emerge de los desagües, de las orillas de las aceras, de las heces
fecales, de la basura que no cesa. “Este es un mercado arrabalizado, porque
todo el mundo hace lo que quiere”, dice Oscar Leónidas Caraballo, de 55
años, quien vive del día a día, descargando productos de los camiones que
llegan al centro de acopio desde el campo.
La zona, en general,
carece de limpieza y ornato. La gente camina, muchas veces con sus alimentos
que compran en el mercado, entre escombros, desperdicios de comida, calles
mugrientas, aguas residuales, paredes sucias, animales muertos. Es una calle
muy comercial en medio de la suciedad.
Una gran parte de las
personas que habitualmente recorren el lugar, habitan en la calle 42 del
Ensanche Capotillo, muy próximo al mercado, o trabajan en la calle Libertad.
Otras van desde sectores aledaños del Distrito Nacional.
En la entrada principal
del mercado, un basurero da la bienvenida. Es visto ante los ojos de
cualquiera. A las 9:00 de la mañana del pasado jueves 4, dos hombres, de
nacionalidad haitiana, recogían la basura allí. Utilizaban una pala, guantes y
botas de goma para no ensuciarse; pero, era difícil evitarlo. Sus indumentarias
lucían sucias a primera vista.
Trabajaban ese día sobre
un charco de agua contaminada y maloliente, que por poco llegaba a sus tobillos
y salpicaba en sus cuerpos cuando se movían. Es una tarea a la que se dedican
todos los días.
Los dos extranjeros
amontonan la basura en un camión viejo. Es demasiada. Ya queda poco espacio en
la zona de carga. Sin embargo, la idea es llenarlo hasta el máximo, porque
mientras más toneladas de desperdicios recolectan, mejor les pagan.
Así es como funciona:
trabajan bajo un contrato para una fundación recolectora de desechos sólidos,
que le vende toda la basura al Ayuntamiento del Distrito Nacional (ADN),
también por toneladas. Es un negocio.
Comerciantes venden sus productos en medio de los vertederos improvisados.
Otros grupos de
recolectores también levantan residuos en más tiraderos. No obstante, aunque
las jornadas de limpieza se hacen en diferentes horas del día, no impide la
constante acumulación de desperdicios, según afirma Ricardo Torres, de 39 años,
quien ofrece servicio de transporte en una motocicleta.
“Ellos recogen la
basura, pero al minuto está igualito”, dice y añade que las
personas mueven la basura desde sus hogares para arrojarla en los distintos
vertederos de la calle Libertad. Esa es la otra realidad: la gente lanza una,
dos y hasta tres bolsas de residuos en la calle. Lo hacen como si fuese algo normal.
“Es un desastre.
Ahí tiran hasta heces fecales. Tiran de todo. A veces sale un 'bajo' de gente
muerta, para que estés claro”, cuenta Torres al
referirse al basurero que le queda de frente. “Eso perjudica la calle y
perjudica a uno (con la salud)”, subraya desde el asiento de su
motocicleta.
![Un hombre arroja una bolsa de basura en un vertedero improvisado situado en la calle Libertad. Detras se encuentra el Mercado Nuevo de la Duarte.](https://listindiario.com/files/vertical_main_image/uploads/2024/01/09/659d394373375.jpeg)
Ante esta situación, el
señor propone que las autoridades instalen contenedores de basura para que haya
una mejor organización en la recogida de desechos y las calles luzcan
despejadas.
Más
iniciativas
Para controlar los
tiraderos y la falta de conciencia de las personas, Jorge Luis de Jesús, un
representante de la Alcaldía del Distrito Nacional (ADN), opina que una posible
solución sería colocar militares, policías municipales y contenedores clasificados.
Jorge Luis, de 45 años,
declara a la Prensa, mientras supervisaba a los dos haitianos que recogían los
residuos a todo vapor, que el entorno “es un foco de contaminación ambiental”.
Un chófer del mercado,
quien ha preferido mantenerse en el anonimato, llama a las autoridades a que
arreglen las aceras, las alcantarillas y que las pinten. “Si las pintan bien
bonita, la gente no va a tirar la basura ahí”, dice y agrega que las autoridades
de la ADN son las responsables de velar por el cuidado de los espacios
públicos, y más si se trata de un mercado.
Venden
en medio de vertederos
En las afueras del
mercado, un grupo de comerciantes vende sus productos en ventorrillos
improvisados. Algunos son dominicanos y otros haitianos, entre hombres y
mujeres.
Colocan los alimentos que
van desde frutas, víveres hasta vegetales, encima de pedazos de cartones,
huacales o cubetas. Otros, los reúnen en el piso, en medio de botellas
plásticas y desperdicios de comida.
Marino Rosario vende yuca
y batata en la otra entrada del Mercado de la Duarte. Está ubicado en una
esquina de la acera. Le dicen “carita”. Con su voz ronca y mientras fuma un
cigarrillo, comenta que tuvo que pagarle 200 pesos a una persona para que limpiara
su espacio, ya que lo encontró con desperdicios y mal olor. Es el pan de cada
día. No solo de él, sino de muchos otros comerciantes que viven rodeados de
vertederos improvisados.
Por: Sauro Scalella.
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