GUATEMALA: Arévalo sufre golpe político antes de toma de posesión
AFP: Ciudad de Guatemala.
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El socialdemócrata Bernardo Arévalo sufrió ayer domingo otro golpe político
poco antes de asumir la presidencia de Guatemala, debido a que el Congreso
redujo el margen de maniobra de sus diputados.
El parlamento saliente,
controlado por la derecha, decidió desconocer como bancada a los 23 diputados
del Movimiento Semilla, de Arévalo, para la nueva legislatura, en virtud de una
suspensión judicial de ese partido por supuestas irregularidades en su creación.
Las discusiones en torno
a la bancada de Semilla trabaron la instalación del nuevo Congreso, que es el
que debe prestar juramento a Arévalo como presidente. La ceremonia de
investidura presidencial lleva cinco horas de retraso.
"Ya estoy aquí en el
Teatro" Nacional para la ceremonia de
investidura, declaró Arévalo en un mensaje en la red social X, sin comentar la
decisión sobre los diputados de su partido.
La incertidumbre por la
investidura provocó que representantes de Estados Unidos, la OEA, la Unión
Europea y presidentes latinoamericanos presentes en Guatemala urgieran al
Congreso a traspasar el mando a Arévalo.
El sociólogo,
exdiplomático y filósofo de 65 años, Arévalo, pasó inesperadamente en junio a
la segunda ronda presidencial con una candidata conservadora aliada del
oficialismo, a quien venció cómodamente con un 60% de los votos por su mensaje
anticorrupción.
Desde entonces, Arévalo y
el Movimiento Semilla han enfrentado una ofensiva judicial que él denunció como
un "golpe de Estado", detrás del que estaría la élite política y
económica que por décadas ha regido los destinos del país.
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Hartazgo -
La Fiscalía intentó
retirarle la inmunidad de presidente electo, desarticular su partido
progresista y anular los comicios, argumentando que hubo anomalías electorales.
La embestida, basada en
casos "espurios" según Arévalo, fue condenada por la ONU, la OEA, la
Unión Europea y Estados Unidos, que sancionó a cientos de fiscales, jueces y
diputados por "corrupción" y "socavar la democracia".
Arévalo sustituirá al
derechista Alejandro Giammattei, quien ha sido vinculado al llamado "pacto
de corruptos" y durante cuyo gobierno se exiliaron decenas de fiscales,
jueces y periodistas que denunciaron actos de corrupción.
"Hay hartazgo
del pueblo de tanto abuso, robo, corrupción y de tanta humillación al pueblo de
Guatemala", dijo a la AFP la líder indígena Alida
Vicente, de 43 años, durante una marcha en el centro de la capital.
Hijo del primer
presidente democrático de Guatemala, Arévalo reconoce que afrontará enormes
desafíos pues las "élites político-criminales, al menos durante un
tiempo, seguirán enquistadas" en poderes del Estado.
Arévalo le pedirá esta
semana la renuncia a la fiscal general Consuelo Porras, a la cabeza de la
ofensiva judicial, pero analistas no descartan que la Fiscalía continúe la
persecución y solicite al Congreso retirarle la inmunidad de presidente.
"Estará bajo
acoso permanente. Su mayor desafío es responder al deseo de la gente: no ser
gobernada por el pacto de mafiosos. Tiene que desarticularlo para poder
gobernar", dijo a la AFP el analista Manfredo
Marroquín.
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"Recuperar" las instituciones -
Aunque tendrá al
Congreso, la Fiscalía y otras instituciones en contra, el próximo presidente
tiene a una población que pide cambios y defiende la democracia.
El retraso de la
investidura desató malestar entre los cientos de seguidores de Arévalo, entre
ellos muchos indígenas, que, entre empujones con la policía, se abrieron paso
para acercarse a la sede parlamentaria.
La Guatemala que Arévalo
hereda ocupa el puesto 30 de 180 países en el ranking de corrupción de
Transparencia Internacional y con 60% de sus 17,8 millones de habitantes en la
pobreza, uno de los índices más altos de América Latina.
Decenas de miles emigran
cada año a Estados Unidos en busca de trabajo y huyendo de la violencia de
pandillas y narcos.
Según Arévalo, "lo
más urgente" es recuperar las instituciones "cooptadas por los
corruptos", pero "lo más importante" es trabajar por el
desarrollo social.
Para ello, nombró un
gabinete de 14 ministros. Pero fue criticado por algunos seguidores por incluir
figuras del sector privado o vinculadas con gobiernos pasados, y solo una
indígena.
Hijo de Juan José Arévalo (presidente de 1945-1951), impulsor de reformas sociales, nació en Montevideo y vivió de niño en Venezuela, México y Chile, en el exilio de su padre tras el golpe de Estado orquestado por Washington en 1954 contra el progresista Jacobo Árbenz.
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