PSICOLOGÍA: ¿Cómo superar el miedo al trabajo 'de enero’?
EFE: La
ergofobia, o miedo desproporcionado e intenso a acudir a trabajar, puede
arreciar al reanudar la rutina laboral después de unas vacaciones, aunque puede
aparecer en cualquier momento del año y etapa de la vida, según la psicóloga Pilar Guerra.
Las raíces de la
ergofobia están en creencias limitantes, como la de autoexigirnos la
perfección, o pensamientos irracionales, como el de que los demás nos
rechazarán. El primer paso es reconocer esas distorsiones cognitivas,
cuestionarlas y reemplazarlas por otros conceptos realistas y positivos, apunta.
El miedo al trabajo
también se relaciona con la sensación de ser un fraude o impostor como
trabajador y la creencia de que nada de lo que hacemos en el ámbito laboral es
suficiente ni válido para merecer refuerzos positivos, como un sueldo o una
felicitación de jefes o compañeros, según esta psicóloga.
Después de las fiestas, con sus días no laborables y vacacionales, la vuelta a la rutina no es fácil para la mayoría de las personas, pero algunas sienten un miedo desproporcionado e intenso al pensar en volver al trabajo. Es la denominada ergofobia.
![Preocupación y ansiedad a la hora de ir trabajar. Foto: Anna Tarazevich/Pexels.](https://listindiario.com/files/vertical_main_image/uploads/2024/01/13/65a30462c460e.jpeg)
Algunas personas están a
gusto con su trabajo, disfrutan de algunas de sus facetas en particular o
asumen los contratiempos que este les genera como un reto y un aprendizaje.
Para otras, trabajar solo es un medio de vida con unas tareas y horarios que tienen
que cumplir a cambio de recibir unos honorarios.
Otras, dependiendo de
cómo van la cosa, lo que les espera ese día o su estado de ánimo, oscilan a lo
largo de la jornada o de la semana, entre la satisfacción y un malestar difuso;
entre la indiferencia y el aburrimiento; entre la apatía y el entusiasmo.
También hay quienes
detestan su actividad laboral, o la abordan con resignación, efectuando un
repetitivo peregrinaje desde el desasosiego de los lunes hasta la fugaz
liberación de los viernes.
![Es hora de volver al trabajo, pero... Foto: Acharaporn Kamornboonyarush/Pexels.](https://listindiario.com/files/vertical_main_image/uploads/2024/01/13/65a3049511cdf.jpeg)
Pero algunos individuos
sienten algo distinto al afrontar su actividad laboral: un temor
desproporcionado, persistente e irracional al trabajo o a algunos de sus
aspectos en particular, y que podría definirse, más específicamente, como un “miedo
irrefrenable a acudir a su lugar o puesto de trabajo habitual”.
La ergofobia (palabra que
procede de los términos griegos ‘ergon’, que significa trabajo, y ‘phobos’, que
significa miedo o terror), puede manifestarse antes, durante o después de la
jornada laboral, según el Instituto Psicológico Claritas (IPC).
El malestar que
experimenta la persona con ergofobia puede ser tan intenso que le impide
realizar sus tareas laborales de manera natural y adecuada, e incluso
obstaculizar o dificultar el desempeño de quienes buscan empleo y afrontan
pruebas de selección de personal, según el IPC.
Algunas personas pueden
experimentar ergofobia, al reincorporarse al trabajo, después de las vacaciones
estivales o de invierno, o lapsos vacacionales más breves, como las Fiestas
navideñas o la Semana Santa. Pero esta fobia es distinta de la simple tristeza
o dificultad de adaptación que sentimos al reanudar la rutina laboral tras un
descanso temporal.
De hecho, puede
presentarse en cualquier época del año o etapa de la vida laboral de una
persona. Esta fobia “provoca un elevado sufrimiento, que puede manifestarse de
diversas formas, produciendo ansiedad, preocupación constante, pensamientos
negativos y síntomas físicos”, señala la
psicóloga y ‘coach’ Pilar Guerra,
especializada en trastornos emocionales y de conducta.
CAUSAS DEL MALESTAR
“El miedo irracional al trabajo puede tener causas profundas que
varían de una persona a otra, y entre las que se pueden incluir las
experiencias traumáticas o negativas relacionadas con el trabajo, como un
despido inesperado o un ambiente laboral tóxico o estresante”, señala Guerra.
“También puede estar relacionado con problemas de autoestima o
ansiedad social, por los cuales la persona teme ser juzgada, evaluada
negativamente o rechazada por sus colegas o superiores”, añade.
Otras posibles causas de la ergofobia pueden ser la falta de un interés
genuino de la persona en la ocupación que desempeña, una sensación de falta de
control sobre el trabajo que realiza, o la percepción de no ser capaz de
cumplir adecuadamente las funciones que se le han asignado, según Guerra.
Explica que este trastorno psicológico puede ser desencadenado por
situaciones específicas en el trabajo, como una presentación en público, una
evaluación de desempeño, una reunión con los jefes, o incluso puede comenzar a
producirse por la simple idea de tener que cumplir con responsabilidades
laborales.
“También pueden surgir desencadenantes relacionados con el estrés, como
las cargas de trabajo excesivas o los plazos muy ajustados”, apunta Guerra, que describe algunas
estrategias básicas de autoayuda para enfrentar la ergofobia:
DESACTIVA TU PERFECCIONISMO
La autoexigencia conduce a la utopía del perfeccionismo, pero la
tendencia exagerada a querer hacer las cosas “con matrícula de honor” conduce a
lo contrario: a tener conductas torpes, al obsesionarse, con hacerlo todo a la
perfección, advierte Guerra.
DESACTIVA TU PERFECCIONISMO
La meditación, la respiración profunda y el yoga son técnicas efectivas
para reducir el estrés y la ansiedad. Se basan en traer nuestros
pensamientos al ‘aquí y al ahora’, en vez de enfocarlos en temer un futuro que
no existe ni ha llegado, señala.
ESTABLECE METAS PEQUEÑAS Y ALCANZABLES
“Divide las tareas laborales en pasos más pequeños y manejables.
Esto te permitirá lograr un sentido de logro gradual, lo que puede aumentar tu
confianza en tu capacidad para enfrentar tus responsabilidades laborales”, recomienda Pilar Guerra.
BUSCA AYUDA PROFESIONAL.
“Reconocer el problema y buscar ayuda son los primeros pasos para
solucionarlo. Con las estrategias y el apoyo profesional adecuados, se puede
superar la ergofobia y tener una vida laboral plena y satisfactoria”, señala Guerra.
DISTINGUE ‘EXIGENCIA’ DE ‘EXCELENCIA’.
“La autoexigencia nos lleva a la pretensión angustiante de la
perfección. Aspirar a la excelencia nos lleva a la responsabilidad de
intentar hacer las cosas de modo sobresaliente dentro de lo posible,
considerando los errores como un aprendizaje”, señala.
No hay comentarios