SALUD MENTAL: La salud mental de jóvenes: Historias que cada año se quedan en cifras
Santo Domingo, RD. - Su
temor a buscar ayuda, pese a sentirse peor cada día, contribuyó a que perdiera
la batalla contra un enemigo que ataca cada año a miles de adolescentes en el
mundo. El joven de 21 años se sintió al mismo tiempo incapaz de sacar las
fuerzas que les sugería a otras personas que tuvieran para lidiar con los
estresores de la vida.
Como
él, cada año cerca de 703,000 personas se quitan la vida y muchas más intentan
hacerlo, según la Organización Mundial de la Salud, colocando con esto al
suicidio como la tercera causa de muerte entre los jóvenes de 20 a 24 años en
las Américas.
Con estas alarmantes
cifras se esperaría que las acciones para enfrentar los temas de salud mental
tuviesen un papel protagónico para buscar una solución definitiva a la
problemática.
Sin embargo, las historias de los que pierden la batalla
continúan siendo números en una burbuja que pronto podría explotar.
Las historias siguen
siendo cifras que poco mueven a la reflexión, pese a que, según la Organización Mundial de la Salud (OMS), durante
el 2012 se quitaron la vida cerca de 800 mil personas en el mundo,
colocando la tasa de suicidio en 11.4 por cada 100 mil habitantes. En el caso
de América Latina y el Caribe fallecieron por esa causa alrededor de 65,000 en
ese año.
Según los datos registrados por la Oficina Nacional de Estadística (ONE) y publicados en el Anuario de muertes y accidentes y violentas del 2022, en República Dominicana en el 2020 se registraron 597 suicidios y el año siguiente la cifra fue de 670, mientras que durante el año 2022, 609 personas habían perdido la batalla contra la salud mental.
Estadística de suicidio publicada en el Anuario de muertes accidentales y violentas del 2022/
Aunado a esto, el centro
de asistencia telefónica “Cuida tu Salud”, del Ministerio de Salud Pública,
cerró el año 2023 con 7,455 llamadas, en su mayoría de jóvenes de entre 21 y 29
años.
Según los datos
suministrados por el centro, el 64% de las llamadas estaban vinculadas a la
depresión, el 50% a la ansiedad e ideas suicidas con un 11%.
Las historias de jóvenes
que cada año se convierten en cifras han sido de preocupación, incluso para los
especialistas en temas de salud mental.
En ese sentido, la psicóloga Dorka Jáquez manifestó que
en la actualidad la juventud enfrenta
grandes desafíos, ya que según la profesional muchos de estos están
encerrados en su habitación recibiendo un constante bombardeo de información
que no pueden manejar emocionalmente.
“Realmente la
juventud hoy en día tiene grandes desafíos, porque en lugar de sentarse a
conversar con sus padres están encerrados en una habitación, con un celular en
las manos, con todo tipo de información y que muchas veces no la manejan
emocionalmente porque no tienen en sus manos las herramientas que necesitan
para hacerlo… hay mucho bombardeo”, explicó Jáquez.
De acuerdo con la
especialista, entre los 15 a 22 años los
jóvenes son más vulnerables de padecer de alguna condición de salud
mental.
“Es la mayoría de
pacientes que veo con situaciones más críticas”,
señaló.
Buscar ayuda al parecer
se ha tornado cada vez más difícil, pues el joven aparte de que no comprende
qué le está pasando, tiene que lidiar con los cuestionamientos de quienes
deberían ser su principal fuente de apoyo: la familia. El miedo los invade, la sociedad
lo minimiza y ellos deciden callar.
Jáquez, quien ejerce como psicóloga desde el 2010 y trabaja en el hospital municipal Los Alcarrizos Uno y en el centro médico Santos Aquino, situado también en ese municipio, entiende que se necesitan programas en que se pueda integrar a la familia, de manera que los padres puedan sentarse con sus hijos, escucharlos y validar sus emociones, generando con esto que los jóvenes tengan la confianza de expresarse.
Las situaciones que más llevan a pedir apoyo en el Centro de Contacto Cuida tu Salud Mental, de Salud Pública, son, tristeza, angustia, ansiedad, insomnio, falta de apetito, enojo, palpitaciones, preocupación constante, ideación suicida y sentimiento de soledad.
“Realmente
es muy difícil, porque si el joven no tiene el apoyo necesario para el abordaje
de lo que él está sintiendo y sentirse validado, va a ser muy muy difícil. Por ejemplo,
un padre que no tiene la formación adecuada o que tiene su hijo abandonado en
una habitación y éste le dice me siento deprimido o no quiero comer, no puedo
dormir, el padre va a empezar a criticarlo y cuestionarlo, pero no va a
preguntar ¿Qué es lo que está pasando? El joven se bloquea porque es
estigmatizado cuando presenta un cuadro”, indicó la psicóloga al ser consultada.
DECIDIDA A NO SER UNA CIFRA
Para
tener una mirada cercana con quienes enfrentan esta dura batalla, una
joven que desde hace más de dos años lidia con la depresión y la ansiedad
accedió a contar su historia, pero atendiendo a las recomendaciones de los
expertos mantenemos su identidad en el anonimato.
“Hablar de salud mental es difícil, yo realmente lo hago porque mi amiga habló
conmigo y yo siempre estoy dispuesta a ayudar a quien lo necesite, dentro de
mis posibilidades”, así empezó el
relato de la joven que, a sus 21 años, ha sufrido alrededor de tres crisis
debido a los estragos de la depresión y la ansiedad.
![Imagen ilustrativa.](https://listindiario.com/files/vertical_main_image/uploads/2023/10/10/65254c3f153ff.png)
La chica cuenta que al principio pensaba que era algo
normal y que ella podía superar esta etapa sin ayuda, pero narra que
lidiar durante meses con pensamientos nocivos en su cabeza fue bastante duro y
pronto un suceso le haría reevaluar su situación.
“Terminé una
relación de muchos años, tenía con esa persona desde los 16 hasta los 20, o sea
cuatro años y cuando termina todos esos cambios me caen fuerte”,
expresó la joven al relatar el acontecimiento que le hizo ver que
definitivamente no mejoraría sin apoyo profesional.
No obstante, el miedo de
involucrar a sus padres en el proceso la hizo dudar y no fue hasta que presentó
una crisis que decidió sentarse a conversar con ellos sobre lo que le estaba
pasando.
“Fue bastante
porque ellos no entendían que existen muchos tabúes, también existe mucha
desinformación al respecto, entonces yo
necesite llegar a un punto donde yo estaba ya grave para yo poder contarle a
ellos”, sostuvo la joven.
Aturdida y confundida,
pero con una contundente frase “si no
es ahora cuando” decide acudir al Hospital Docente Dr.
Francisco E. Moscoso Puello en busca de ayuda y de poder recuperar su
estabilidad emocional.
Allí descubrió que su
padecimiento tenía nombre y apellido.
“Mi mamá empezó a
acompañarme al psicólogo y mi papá no es que lo entiende del todo, pero al
menos lo sabe”, indica la dueña del relato.
Durante dos meses la
protagonista de esta historia acudió todos los días desde El Palmar de Herrera
hasta el Moscoso Puello, pero otro dilema se le presentaba: costear las
pastillas que requería para su tratamiento.
“Los medicamentos de salud mental son muy
costosos y lamentablemente los seguros médicos no ofrecen cobertura. Es una
triste realidad que tiene este país, por lo menos una caja de los medicamentos
que yo ingería que son antidepresivos que traen 30 pastillas me costaba de dos
mil y pico de pesos a cuatro mil pesos más o menos y eso solo me daba para un
mes”, dice visiblemente indignada.
Afortunadamente logró
canalizar sus medicamentos a través de la fundación
Ángeles de la Guarda y en noviembre del año pasado se reintegró a su
rutina normal, aunque todavía tiene que acudir cada tres meses al
psicólogo.
Señala que a pesar de lo
mucho que le costó, está decidida a priorizar su salud mental, alejándose de
todo aquello que le resulte tóxico.
![Fundación Ángeles de la Guarda](https://listindiario.com/files/vertical_main_image/uploads/2024/01/31/65baad89976de.jpeg)
“Hay
tanto estigma con respecto a la salud mental que la gente tiene miedo de
hablar, lo que ha hecho que yo pierda el miedo es yo entender que el
control de mi vida lo tengo yo, que yo puedo hablar con los demás de lo
que me pasa y que si una persona decide juzgarme y decirme no porque eso es
creado por la mente o que eso no existe yo tomarlo que es desde la ignorancia”, concluyó la joven que continúa en la batalla
contra una realidad latente en la vida de muchos jóvenes del país: la salud
mental.
Actualmente
la joven estudia psicología en la Universidad Autónoma de Santo Domingo (UASD)
y afirmó que se encuentra estable y que si bien hay cosas que todavía le cuesta
asimilar, como los días en los que se siente muy decaída, deprimida y sin
deseos de hacer nada, la diferencia entre el antes y el ahora es que hoy hace
lo posible y se esfuerza por enfrentar la situación.
UNA DEUDA PENDIENTE CON LA SOCIEDAD
Para la
decana de la Facultad de Humanidades y Educación de La Universidad Nacional
Pedro Henríquez Ureña (UNPHU), la psicóloga Ivonne Guzmán, el tema tampoco
pasa desapercibido y si bien explica que la salud mental no tiene una
exclusividad para un ciclo vital, señala la adolescencia como una de las etapas
más retadoras que tiene el desarrollo del individuo en el ciclo vital.
Asimismo,
la educadora sostiene que durante esta etapa los jóvenes van pasando por una
serie de cambios físicos, emocionales y sociales; a esto se le suman las
exigencias y demandas que pudieran tener los padres en base a las expectativas
que tienen de sus hijos.
“En
todas las etapas se puede vivir una enfermedad mental, llama mucho la atención
en los jóvenes de 14 a 25 años porque es una de las etapas más retadoras que
tienen por esa misma vulnerabilidad de los cambios orgánicos, sociales y
cognitivos”, afirmó Guzmán.
La
especialista indicó que esta etapa es un periodo crucial debido a que los
jóvenes van construyendo hábitos sociales, de empoderamiento y de toma de
decisiones, pero cuando se ven afectados por una situación crítica “esto va a
generar una eventualidad de malestar mental” y puede entonces asociarse a una
depresión, a una ansiedad, a un trastorno de conducta, a un trastorno de la
conducta alimentaria, entre otras enfermedades psico-emocionales.
Las
historias que se convierten en cifras también disparan las alarmas en la
experta e indica que el tema de la salud mental merece más atención, agregando
que es una deuda pendiente.
“Yo
creo que el tema de la salud mental amerita más atención, nosotros los seres
humanos necesitamos sentirnos protegidos, acogidos, sentirnos seguros con las
necesidades del desarrollo cubiertas o por lo menos con la esperanza de
cubrirse y es una deuda que tenemos pendiente”, aseveró la experta.
No
obstante, la psicóloga expresó que la referida deuda no depende únicamente de
las políticas públicas que se pudieran generar desde el Estado, sino que la
sociedad debe empoderarse y las familias deben considerar la atención que
requiere la salud mental.
“No
lo podemos ver desde el marco de la culpa, más bien desde el marco de la
solución y de la atención, vale más prevenir cualquier situación de salud
mental que intervenir, de hecho el costo de la intervención es mucho más alto
que el costo de la prevención y como sociedad debemos empoderarnos y hacer
conciencia… hay una realidad y hay que poner atención a esa realidad”, aseveró la profesional.
![Avatar del Jessica Arno](https://listindiario.com/files/image_60_60/uploads/2024/01/03/6595dea74ccd0.jpeg)
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