VIOLENCIA EN ECUADOR: El testimonio de una ecuatoriana sobre ataques violentos: “Vivimos una tarde terror”
Santo
Domingo, RD. - Como una
tarde-noche de “terror”, así definió la periodista y ciudadana ecuatoriana
Paola Gavilanes, la situación generada en Ecuador por los
diferentes ataques a manos de bandas criminales consideradas “terroristas”.
“Ayer,
después de las 3:00 de la tarde fue terrible, iniciaron las llamadas, a cerrar
los centros comerciales y te das cuenta del colapso porque luego ves un total
abandono; la gente no quiere salir. Está muy peligroso”, dijo Gavilanes al conversar con los miembros de la
Prensa.
Gavilanes
reside en Quito, capital del
país, donde dentro de los disturbios se registró una balacera en los
alrededores del palacio presidencial, lo cual ahuyentó a todos los comerciantes
aledaños generando caos en la zona, según detalló.
“El día de ayer vivimos una tarde y noche de terror en
todas las provincias del país porque se desató una locura”,
dijo con voz entristecida.
Contó que al momento del
estallido social, los ciudadanos entraron en pánico y además de Quito, la provincia Guayaquil y Esmeralda fueron
dos de las más afectadas por los antisociales.
Indicó que a pesar de
estos enfrentamientos, algunos ecuatorianos y comercios de la ciudad decidieron
continuar con su cotidianidad porque necesitan trabajar para sobrevivir.
En su caso, la periodista
indicó que de forma particular ha decidido no salir a la calle por la
inseguridad a la que está expuesto el país suramericano.
“Somos un país pobre, la gente necesita
trabajar y los supermercados más conocidos enviaron notificaciones de que iban
a laborar con normalidad, igual que restaurantes”,
dijo.
Expresó que la gente aún
está asustada porque el pasado martes había amenazas
de bombas, incluso en centros comerciales.
Detalló que el tránsito y
el servicio público de transporte se convirtieron en una incertidumbre en la
capital. Incluso los taxistas se tomaban hasta dos horas para llegar a su
destino en una distancia menos de un kilómetro, situación que vivió su primogénito
al intentar regresar a casa.
Relató la anécdota de una
colega, quien tuvo que hospedarse en el sector donde se encontraba porque fue
imposible regresar a su casa por la desesperación de los ciudadanos que
imperaba en las calles.
Señaló que el metro está
operando de manera normal hasta el momento.
“Hay cierta calma
y nos asusta porque los militares están
en las calles y no sabemos qué va a pasar. Tenemos un estado de
excepción que emitió el presidente”, añadió.
Comentó que los
antisociales que hoy les perjudican la tranquilidad
a Ecuador, quieren que la nación viva con miedo y por eso muchos han salido
a trabajar, pero otras preferimos quedarnos en casa”.
Confiesa que en
particular siente un “miedo incontrolable” a pesar de ser adulta, sin embargo,
los más jóvenes deciden salir, situación que la pone en vilo porque tiene un
hijo de 19 años.
“Nosotros
esperamos que todo vuelva a la normalidad, no queremos que Ecuador sea un país
de guerra”, expresó con voz esperanzadora.
Finalmente, consideró que
ojalá el país pueda obtener apoyo internacional porque Ecuador no podría lidiar
solo con esta inseguridad.
“La gente quiere
paz y quiere trabajar”, indicó.
Agregó que espera que en las próximas horas haya calma y se llegue a controlar, aunque “no será de la noche a la mañana”.
Por: Laura Castillo.
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