ESPAÑA: La lucha contra los celulares de los padres de adolescentes
EFE: Barcelona, España. - Iniciada
en un parque, la lucha de un grupo de padres de Barcelona por retrasar a los 16
años el acceso de sus hijos a los teléfonos móviles fue clave para llamar la
atención del gobierno español, que ahora busca prohibir su uso en las escuelas.
Una
tarde de finales de septiembre, mientras sus hijos jugaban, un grupo de madres
compartieron sus inquietudes sobre los efectos nocivos de las pantallas y la
presión implícita a la que muchas familias se ven sometidas cuando los menores
comienzan a cursar educación secundaria (12 años) para comprarles el primer
celular.
Con la intención de
luchar contra esa inercia y conversar con otros padres del barrio, Elisabet
García creó un grupo de WhatsApp al que bautizaron "Poblenou Adolescencia
Libre de Móvil", que a las pocas semanas ya superaba el millar de miembros.
El crecimiento fue
exponencial y enseguida surgieron nuevos grupos en otros barrios y ciudades que
ahora se aglutinan en un canal de Telegram que reúne a más de 10,000 personas.
"Fue muy
bestia, es como una revolución popular espectacular",
recuerda María del Mont Llosas, una de las portavoces de Adolescencia Libre de
Móviles.
"Pero lo que
muestra realmente de una manera inequívoca es la extrema preocupación que ya
había en las familias", agrega esta psicóloga y
madre de una niña de 11 años que, pese a vivir en otro barrio, acudió a la
primera reunión presencial del grupo, animada porque al fin se tratara un tema
que llevaba años inquietándole.
- "Pacto
social" -
Más de un 20% de los
niños españoles de diez años dispone de teléfono móvil, según datos del
Instituto Nacional de Estadística (INE) en 2023. Esta cifra se dispara a más
del 70% cuando se llega a los 12 años, y supera ya el 90% en los 14 y 15 años.
"La inmensa
mayoría de niños de secundaria, en el paso a Primero [de secundaria] ya les dan
el móvil [...], y queremos revertir esta dinámica",
subraya Llosas.
"Si hacemos un pacto
social en el que todas las personas que estamos de acuerdo decidimos que no
vamos a dar el móvil a nuestro hijo, ya no será el único niño o niña de la
clase que no va a tener", explica.
El movimiento de
Barcelona no es único y, casi al mismo tiempo otras dos madres y profesoras de
regiones diferentes comenzaron a reunir firmas para pedir una ley que prohíba
el uso de celulares a menores de 16 años. Su iniciativa, que registraron en el
Congreso a finales de noviembre, acumula ya más de 75.000 firmas en la
plataforma digital change.org.
Aunque el gobierno de
izquierdas descartó inicialmente una medida así -que supondría, según la
ministra de Educación, Pilar Alegría, "poner puertas al campo"-,
en las últimas semanas intensificó sus movimientos para abordar el tema.
El miércoles, la ministra
se reunió con los representantes de las regiones, que tienen la mayoría de
competencias en Educación, para tratar de consensuar una regulación a escala
nacional, como ya hicieron o anunciaron anteriormente Francia, Holanda o Nueva
Zelanda.
-
"Epidemia" -
El gobierno propuso a las
regiones -muchas de ellas ya con limitaciones implementadas o en proceso- un
"uso cero" de celulares en educación primaria, y que en secundaria
solo se permita para casos concretos pautados por los profesores.
"No podemos
permanecer impasibles ante una inquietud de la sociedad",
afirmó la ministra el miércoles en la red social X.
No todos los padres, sin
embargo, son partidarios de prohibir los móviles en las escuelas, y la
Confederación Española de Asociaciones de Padres y Madres del Alumnado (CEAPA)
emitió un comunicado a mediados de enero en el que pedía no "criminalizar"
el uso de estas tecnologías, sino trabajar para "educar al alumnado
para hacer un buen uso".
La cuestión, así como el
temprano acceso a la pornografía, preocupa al gobierno de Pedro Sánchez, quien
esta semana anunció la creación de un comité de expertos para "diseñar
una estrategia de país que promueva un entorno digital seguro para las niñas,
niños y adolescentes". En el mismo sentido, pretende implementar antes
del verano un sistema de verificación de edad.
"Uno de cada cuatro jóvenes de menos de 12 años y casi la mitad de los menores de 15 años han tenido o tienen acceso y consumen pornografía, y las consecuencias son potencialmente devastadoras", afirmó el lunes Sánchez, que calificó el fenómeno de "una auténtica epidemia".
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