Lluvias torrenciales en el desierto dejarán de ser excepcionales por calentamiento del agua del mar
EFE: Los
episodios de lluvias torrenciales en zonas desérticas, como el que acaba de
sufrir la península arábiga en el Golfo Pérsico, dejarán de ser excepcionales y
tenderán a ser más habituales por el calentamiento del agua de los océanos y su
impacto en el efecto de los grandes sistemas tormentosos.
"En los últimos tiempos, por el calentamiento
global, estamos viendo que incluso en países con sequedad extrema
también ocurren episodios en los que en un solo día llueve más del promedio
anual", explica a Efe el meteorólogo José Miguel
Viñas, de Meteored.
Con una superficie de la
mar recalentada como está ocurriendo, "se dan condiciones cada vez más
propicias" para que, en situaciones con grandes estructuras
tormentosas -como la que, en concreto se fue desplazando por la península
arábiga- el resultado sean "lluvias de intensidad extraordinaria",
añade el experto.
Advierte de que se ha
especulado sobre si en esos países se están haciendo
programas de siembra de nubes; esas cosas que se dicen "no tienen
fundamento", asegura el meteorólogo.
Las intensas lluvias en
la península arábiga son "una prueba más de cómo está empezando a
cambiar el comportamiento de las precipitaciones", agrega.
Viñas explica que la
formación de las precipitaciones procede de lo que se conoce en meteorología
como un sistema convectivo de mesoescala.
En concreto, se trata de
una estructura que, lejos de las tormentas habituales de verano, tiene unas
dimensiones mayores, de escala más regional, no tanto local, y también es mayor
la duración del fenómeno.
Viñas indica que estos
sistemas convectivos "se retroalimentan y pueden durar varias
horas", en las que dejan fuertes precipitaciones, en muchos casos, en
forma de granizo o lluvia intensa.
La
formación de ese tipo de estructuras o de una tormenta cualquiera "no
es algo asociado al calentamiento global, ni a que haga ahora más calor o que
los océanos estén más cálidos", sino que son parte de
ciertos fenómenos en un momento dado y determinadas condiciones de
inestabilidad atmosférica.
Pero lo cierto es que "cuando
esas condiciones acaban dándose", el hecho de que el agua del océano
esté tan cálida como ocurre actualmente, añade al proceso una humedad extra que
hace que el sistema tormentoso deje lluvias "más fuertes de las que
serían habituales".
En la zona de la península arábiga se dan por supuesto situaciones tormentosas que también dejan lluvias y no es algo excepcional; "lo extraño, lo raro ha sido la magnitud de estas últimas", eso es lo diferente, por el impacto de la influencia del océano tan cálido.
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