Vaticano protesta por fallo de tribunal francés a favor de monja expulsada de orden religiosa
AP: Roma, Italia. - La Santa Sede informó el sábado que
protestó formalmente ante Francia después
que un tribunal francés dictaminara que un exfuncionario de alto nivel del
Vaticano era responsable de la expulsión injustificada de una monja de una
orden religiosa.
El
tribunal de Lorient falló el 3 de abril a favor de la monja Sabine de la
Valette, conocida en ese momento como Madre Marie Ferréol. El tribunal emitió
una mordaz denuncia del reservado proceso que usó el Vaticano para expulsarla
de la orden de las Dominicas del Espíritu Santo, tras una investigación
interna.
El caso resulta inusual
porque representa a un tribunal secular civil que determinó esencialmente que
los procedimientos canónicos internos del Vaticano violaron flagrantemente los
derechos fundamentales de la monja.
En un comunicado emitido
el sábado, el Vaticano indicó que había protestado formalmente ante la embajada
francesa por no haber recibido ninguna notificación de tal veredicto, pero que,
no obstante, el fallo representa una “grave violación” del derecho a la
libertad religiosa.
El Vaticano confirmó que
el papa Francisco había
encargado al cardenal Marc Ouellet, entonces jefe de la oficina episcopal del
Vaticano, realizar una investigación que terminó con la adopción por parte de
la Santa Sede de una serie de medidas canónicas contra Valette, incluida su
expulsión en 2020, después de 34 años como monja en la orden.
El comunicado también
citó posibles problemas diplomáticos en relación con el veredicto civil contra
Ouellet, dada su inmunidad como cardenal y funcionario de un gobierno
extranjero. La Santa Sede es reconocida internacionalmente como un Estado
soberano.
La abogada de la antigua
monja, Adeline le Gouvello de la Porte, dijo que el tribunal encontró que la
pesquisa canónica del Vaticano violó varios de los derechos fundamentales de la
mujer, entre ellos, el derecho a la defensa. Agregó que a ella nunca le informaron
de qué estaba acusada o por qué la expulsaban de la orden.
Gouvello de la Porte
afirmó que el tribunal mostró “sorpresa” de que Ouellet no se hubiera
desvinculado del caso. El tribunal encontró que Ouellet mantenía una amistad
con otra hermana de la comunidad “cuyas posturas eran notoriamente opuestas a
las de la señora Baudin de la Valette”, subrayó la abogada.
El tribunal de Lorient
consideró que la expulsión de la monja carecía de fundamento y ordenó a
Ouellet, a la orden religiosa y a los dos enviados del Vaticano que realizaron
la investigación pagar más de 200.000 euros (213.000 dólares) en daños
materiales y morales, así como multas.
Los acusados están
apelando, dijo La Croix, según el diario católico francés La Croix.
El Vaticano lleva a cabo
frecuentemente este tipo de pesquisas internas sobre órdenes o diócesis
religiosas, que pueden ser provocadas por quejas de mala gestión financiera,
abusos sexuales o de otro tipo, o problemas de gobernanza.
Considera que las medidas
que adopta son exclusivamente internas a la vida de la Iglesia católica.
Como resultado, la
decisión del tribunal de Lorient representó una intrusión inusual de la
justicia secular en asuntos internos de la Iglesia.
La sentencia deja ver
cómo los procedimientos canónicos frecuentemente van en contra de los conceptos
seculares contemporáneos sobre el derecho a la defensa y un procedimiento
judicial justo y contencioso.
Y sin embargo, el sistema
de justicia francés parece cada vez más dispuesto a llevar incluso a
funcionarios eclesiásticos de alto rango ante los tribunales seculares, mucho
más que la vecina Italia, y especialmente en relación con acusaciones
relacionadas con la conducta sexual inapropiada y el encubrimiento del clero.
En 2020, por ejemplo, un
tribunal de apelaciones francés desestimó un fallo de un tribunal inferior que
había condenado al cardenal Philippe Barbarin por encubrir el abuso sexual de
menores de su rebaño.
Ese mismo año, un
tribunal de París condenó a un embajador retirado del Vaticano en Francia por
agredir sexualmente a cinco hombres en 2018 y 2019, y le impuso una sentencia
suspendida de ocho meses de prisión.
El Vaticano había
levantado la inmunidad del embajador, monseñor Luigi Ventura, permitiendo que
el juicio continuara.
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