Fuerza de seguridad llegará a Haití en unas tres semanas
EFE: Puerto Príncipe. - El
Consejo Presidencial de Transición y la Policía Nacional de Haití continúan con
los preparativos para la llegada de la fuerza multinacional de seguridad a este
país liderada por Kenia, que, de acuerdo al mandatario de esa nación, William
Ruto, se producirá en unas tres semanas.
El Consejo se reunió con
una delegación keniana para discutir la preparación y el despliegue de la
Misión Multinacional de Seguridad, según anunció este sábado el órgano de
dirección del país en su cuenta en Facebook.
El Consejo Presidencial
de Transición también celebró ayer una segunda sesión de trabajo con diversas
instituciones públicas, entre ellas los ayuntamientos del departamento del
Oeste, donde se encuentra Puerto Príncipe, y el Centro Nacional de Equipamiento
(CNE).
Kenia enviará policías en
tres semanas, no mañana
Ruto explicó en una
entrevista con la cadena pública británica BBC el viernes, al término de su
visita a Estados Unidos, que un equipo de planificación ya se encuentra en
Haití para sentar las bases de la misión internacional auspiciada por la ONU y
que encabezará Nairobi.
"Mientras
hablamos, ya tengo un equipo en Haití", declaró Ruto el
viernes. "Esto nos dará una idea de cómo están las cosas sobre el
terreno, de los efectivos disponibles y la infraestructura existente", explicó.
"Una vez que
contemos con esa evaluación en colaboración con la Policía y el liderazgo
haitianos, contemplamos un horizonte de unas tres semanas aproximadamente para
estar preparados para desplegarnos, una vez todo esté listo sobre el
terreno", afirmó.
A principios de mayo, el
ministro de Asuntos Exteriores de Bahamas, Fred Mitchell, cuyo país enviará
también efectivos a Haití, anunció que el despliegue de la misión multinacional
para restaurar la seguridad comenzaría el 26 de este mes.
Biden recibió el jueves
en la Casa Blanca a Ruto, y elevó de hecho el nivel de la alianza bilateral al
designar al país africano como 'aliado principal fuera de la OTAN' por su
liderazgo en esa misión que se desplegará en Haití.
En una rueda de prensa,
Biden prometió apoyo logístico a la misión multinacional de seguridad, pero
reiteró que Estados Unidos no enviará soldados a Haití.
Para el despliegue de esa
fuerza, que estará compuesta por unos 2.500 efectivos de países de distintos
continentes, la Administración de Biden comprometió 300 millones de dólares y
calculó que la misión tendrá un costo anual de entre 500 y 600 millones de
dólares, por lo que ha presionado a sus aliados para que realicen más
aportaciones.
Estados Unidos afirmó el
pasado viernes, tras la muerte de tres misioneros en Haití en la víspera, que
la situación de seguridad en ese país "no puede esperar" y subrayó
que esa es la razón por la que el presidente, Joe Biden, ha reclamado el rápido
despliegue de la misión multinacional de apoyo.
"Nuestros corazones
están con las familias de los asesinados. La situación de seguridad en Haití no
puede esperar", indicó un portavoz del Consejo de
Seguridad Nacional (NSC, en inglés) de la Casa Blanca.
Su comunicado llega
después de que se conociera que el jueves fueron asesinados en Haití tres
misioneros, entre ellos la hija y el yerno de un legislador de Estados Unidos.
Las bandas parecen entrar
en pánico
Tras una serie de
manifestaciones callejeras y declaraciones en las redes sociales que demuestran
su pánico, las bandas armadas lanzaron hace unas semanas una operación
destinada a demoler las infraestructuras policiales del área metropolitana de
la capital para impedir que la fuerza multinacional encuentre acomodo en las
zonas bajo su control directo.
En la noche del martes
pasado, destruyeron la subestación de Martissant, en la entrada sur de Puerto
Príncipe, utilizando maquinaria pesada arrebatada al Ministerio de Obras
Públicas. Todo empezó con la comisaría de Croix-des-Bouquets, destruida por las
bandas armadas que controlan la ciudad.
La crisis política,
social y económica y la escalada de la violencia se han traducido en numerosos
cambios en Haití, con consecuencias como la dimisión del primer ministro
haitiano, Ariel Henry, y la creación de un Consejo Presidencial de Transición,
que debe llevar a la celebración de elecciones presidenciales.
Solo el año pasado la violencia causó 8.000 víctimas en Haití, donde las bandas controlan gran parte de Puerto Príncipe y otras zonas del país.
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