¿Giras de Taylor Swift son un desastre climático tras sus numerosos viajes en jet privado?
RFI: Francia. - Es
una crítica recurrente a la Personalidad del Año de la revista Time: su gira
mundial es un desastre climático. En 152 fechas, Taylor Swift ha decidido viajar en jet privado. Si tenemos en cuenta sólo el tramo estadounidense de su
gira, emitió en transporte lo que 20 franceses en un año. Es decir, 100 veces
más que el objetivo fijado para 2030.
A estas cifras, ya de por
sí elevadas, hay que añadir la huella de sus fans. Se calcula que un tercio de
todos los asistentes a conciertos viajan en avión para asistir. Para una sola
fecha, esto suma el equivalente a las emisiones medias anuales de 250 franceses:
1.250 veces el objetivo fijado para 2030. Por último, también podemos tener en
cuenta el merchandising que se vende en los espectáculos. Las cifras anteriores
pueden multiplicarse por diez.
CRÉDITOS DE CARBONO
La cantante estadounidense es señalada regularmente por el impacto de su
gira. Ella respondió anunciando que había comprado créditos de carbono para
compensar.
Dicho esto, sus emisiones
son muy reales, aunque tiene medios para reducirlas. Pasar de los aviones
privados a los aviones de línea reduciría en un 90% sus emisiones de dióxido de
carbono procedentes del transporte.
Esto es aún más notable
si se tiene en cuenta que hay muchos ejemplos de artistas que han incorporado
este componente climático en el diseño de su gira.
Ya en 2018, la banda de
rock francesa Shaka Ponk se tomó el tema en serio. Sus miembros incluso
acabaron separándose tres años después; a pesar de sus acciones, las giras
seguían siendo demasiado contaminantes y era mejor parar en ese punto.
LOS ESFUERZOS DE COLDPLAY
Bandas de la misma talla que Taylor Swift también se han comprometido en
este terreno. Durante la gira que siguió al lanzamiento de su noveno álbum,
Coldplay se comprometió a reducir a la mitad la huella de carbono de su viaje
musical.
Para lograrlo, los miembros del grupo británico decidieron apoyar
proyectos de reforestación, regeneración del suelo y energías renovables. De
hecho, todos los conciertos de esta gira se alimentaron con energías
renovables.
Sin embargo, Coldplay ha sido duramente criticado y acusado de «greenwashing»: este tipo de acciones y proyectos tardan en materializarse, sin garantía de resultados, mientras que, al mismo tiempo, la banda de Chris Martin no tenía por qué avergonzarse de la envergadura de su gira en comparación con la de Taylor Swift: ofrecieron 122 actuaciones en 4 continentes, para una audiencia de casi 5,5 millones de personas.
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