LLEVÓ AL PRD AL PODER EN 1978: El legado de un líder: A 26 años de la partida del doctor Peña Gómez
El reloj marcó las 10:15
de la noche cuando el doctor José Francisco Peña Gómez sufrió una crisis, sin
que diera tiempo para trasladarlo a un centro médico en la ciudad capital. Su
médico declaró que previo a esto, había estado caminando en el interior de su
hogar, tranquilamente y sin manifestar síntomas de malestar.
En
cuestión de 15 minutos, falleció en los brazos de su amada esposa Peggy Cabral
en la recámara de ambos, en su casa de Cambita, San Cristóbal, a causa de un
paro cardíaco fulminante, provocado por un edema pulmonar.
Su fallecimiento, a los
61 años de edad, según reseñan los medios de comunicación de la época, dejó un
vacío en la política y marcó el final de una era en la que Peña Gómez era una
voz respetada en la lucha por la democracia y la justicia social en el país.
Su última aparición
pública fue en Baní, Peravia, apoyando a los candidatos de la provincia.
Según relatan la prensa
de esa época, tuvo que abandonar la actividad antes de que culminara, porque
supuestamente no se sentía muy bien, y el domingo de su fallecimiento no
asistió a marchas realizadas en San Cristóbal y Buenos Aires, de Herrera,
sustituyéndole su esposa Peggy.
La muerte del
socialdemócrata conmovió a todo el país, que era dominado en los últimos
decenios por otros dos liderazgos políticos además del suyo: el de su eterno
adversario, el expresidente Joaquín Balaguer, y el del presidente ad vitam del
partido en el poder en ese entonces, Juan Bosch, quien dejó paso en 1996 al
presidente Leonel Fernández.
Peña Gómez falleció seis
días antes de las elecciones parlamentarias y municipales. A la hora de su
muerte, era candidato del Partido Revolucionario Moderno (PRD) a alcalde por el
Distrito Nacional y las encuestas independientes preveían que saldría electo
ganador.
Una tumba “humilde”
En un reporte de la
época, el diario “Última Hora” describió que las honras fúnebres se
convirtieron en las acostumbradas convocatorias multitudinarias que solía hacer
el fallecido dirigente en plena batalla electoral.
El presidente de ese
entonces, Leonel Fernández, declaró tres días de duelo nacional. El cuerpo sin
vida de Peña Gómez fue llevado a la capilla La Paz de la Funeraria Blandino
alrededor de la 1:30 de la madrugada. Miles se desplazaron hasta allí durante esa
madrugada. Más tarde, su cadáver tuvo que ser trasladado ante el desbordante
flujo de gente que deseaba ver a su “líder” por última vez hacia el Centro
Olímpico. Le rindieron honores en la casa nacional de su partido y en el
cabildo. En un cortejo que duró 10 horas, de acuerdo con los archivos
periodísticos a los que tuvo acceso este diario, la capital se vistió de blanco
y de dolor para expresar el luto que embargaba a los dominicanos de distintos
estratos sociales, junto a dirigentes del PRD, de familiares, amigos y
personalidades internacionales que acompañaron el cadáver de Peña Gómez hasta
el cementerio Cristo Redentor, donde recibió sepultura pasadas las 9:00 de la
noche y en medio de un aguacero.
“Loor eterno a
quien honor merece. Al más grande paladín de la democracia, al gran coloso de
las luchas libertarias por los derechos civiles, al más auténtico y puro líder
de multitudes de América Latina y el mundo al doctor Peña Gómez”,
fue el mensaje que adornó la lápida de su tumba, que según los diarios de la
época “era una tumba humilde para un gran líder”.
Últimos años con males de
salud
Desde 1987 había sido
sometido a tres cirugías, la primera para colocarle un marcapasos, y las
posteriores para extirparle tumores alojados en las vías digestivas.
Coincidencialmente, las
recaídas del presidente del PRD ocurrían en medio de fuertes actividades
políticas en las que se vio involucrado, ya como candidato, o como mediador y
dirigente del partido blanco.
Un líder desde temprana
edad
Oriundo de Loma de Flaco
de Valverde, Mao, Peña Gómez nació el 6 de marzo de 1937 y desde temprana edad
mostró un gran interés por la política y la justicia social.
Su participación en
movimientos estudiantiles lo llevó a enfrentarse al régimen dictatorial de
Rafael Trujillo, donde comenzó su lucha por la democracia y los derechos
humanos en República Dominicana, y gobierno al que no le sirvió más que desde
La Voz Dominicana cuando trabajó como locutor.
Esta rebeldía se mantuvo
hasta los gobiernos de Joaquín Balaguer, lo que le fue dando notoriedad.
Fue hasta 1961 cuando
pasó a las filas del Partido Revolucionario Dominicano (PRD), su carrera
política se concretó y tras el golpe de Estado a Juan Bosch, quedó como líder
de esa organización.
Tres veces candidato
presidencial
A lo largo de su carrera,
Peña Gómez fue candidato presidencial en tres ocasiones, en 1990, 1994 y 1996.
Aunque no logró alcanzar la presidencia, su influencia fue innegable.
Una voz para los
desfavorecidos
El líder perremeísta se
destacó por su defensa de los derechos de los más desfavorecidos, abogando por
políticas que promovieran la igualdad de oportunidades y el acceso a la
educación y la salud para todos. Su carisma y su elocuencia lo convirtieron en un
líder popular y en un símbolo de esperanza para muchos dominicanos.
Este pensamiento, se
evidenciaba cada vez que pronunciaba sus discursos e intervenciones en los más
de 35 años de carrera política. “Si no ofrecemos a nuestros jóvenes las
oportunidades que se merecen, caerán en la marginación, en la delincuencia o en
las garras de las drogas o se verán forzados a emprender las rutas de la
aventuras en otras tierras, desafiando a veces las inciertas y peligrosas aguas
del Mar Caribe”, fue lo que dijo ante la XVI Convención del PRD, el día
cinco de noviembre de 1995.
También, a finales de ese
mismo año, expresó que la pobreza de los más pobres empobrecía a todos. “De
allí la necesidad de erradicar ese flagelo y hacer de nuestro pueblo una
sociedad educada, sana y con posibilidades de trabajo, porque sólo así podremos
aumentar la productividad y el consumo; ampliar el mercado, estimular el
desarrollo y crear fuentes de empleo. Porque sólo así podremos sentimos dueños
de nuestro destino y orgullosos de ser dominicanos”, pronunció.
Por: Shaddai Eves.
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