REPORTAJE: De conserje a convertirse en una madre histórica
Santo Domingo, RD. - En
el pasado, trabajaba como conserje en una escuela pública, luego en Odebrecht,
hoy el béisbol convierte a Cándida García en una madre histórica.
La
dama, oriunda de los Quemados, Bonao, es la progenitora de los gemelos Roddery
y Rolddy Muñoz. El primero hasta hace unos días figuró en la rotación de los
Marlins hasta ser relegado al equipo Triple A Jacksonville, el segundo
pertenece a los Bravos y recibió recientemente un ascenso al Mississipi, Doble
A.
Su historia de por si es
resaltante y pudo ser mucho más si un tercer vástago, quien forma parte de su
parto de trillizos acaecido el 14 de abril del 2000, no hubiera sufrido
molestias en su codo, mientras se desarrollaba como lanzador al mismo tiempo que
sus hoy hermanos firmados.
“Todo se proyectaba que
Ronald sería el mejor de los tres, al menos durante el proceso en que se
formaban como pitchers, pero comenzó a dolerle el codo y con esta molestia
inicio a alejarse de los estadios”, expuso la señora, tras
conversar con Listín Diario vía telefónica.
Siempre fajadora, a las
labores en el recinto Silvestre Antonio Mejía agrega ser durante varios meses
secretaria en el restaurante Run Run Premium, esfuerzo realizado con la
finalidad de levantar a sus trillizos, una hija mayor de nombre Carla, así como
a Merlin, de 21 años, la menor de sus cinco vástagos.
Para ella, enterarse de
su embarazo de trillizos le provocó tremendo sobresalto, pues hasta los
primeros seis meses pensaba que el mismo era simple, pero oh sorpresa, cuando
en un viaje desde los Quemados a la Maternidad la Altagracia en Santo Domingo,
el ginecólogo que la atendió le descubrió que tenía dos “sacos” en el vientre
uno donde estaban alojados los hoy dos lanzadores y en el otro estaba Ronald.
Conociendo de su carencia
económica y lo que el hecho implicaba, García se puso a llorar, pues esto le
cambiaba su modus vivendi, pues a esto se agrega que su relación con el padre
de sus hijos, Richard Muñoz no era la más estable.
“Por momentos me
quería morir, nunca imagine que en mi vientre tenía tres criaturas “,
sostiene.
Gracias a un hermano,
llamado Juan, y quien años atrás había firmado para el profesionalismo lo ayudó
a inscribirlo en la Liga de Béisbol Rafael Fabián.
El soporte de su
progenitora fue vital en su embarazo, hecho que ayudó a que Cándida iniciará su
cruzada para echar hacia adelante con, la crianza de sus nuevos tres retoños.
Desde ahí se
incrementaron los trabajos para Cándida, quien batalló hasta convertirlo en
hombres y el “motor” para que alcanzaran sus firmas para el profesionalismo.
Las firmas
Jonathan Cruz, nieto de
Pablo Neftali Cruz es quien lo firma a ambos, primero lo hizo con Roddery a los
18 años, quien realizaba un tryout y exhibió rectas entre 88 y 91 millas. Le
dieron un bo, pues no tiene el izquierdo.
Un año después lo hacen
con Rolddy, quien contaba con 19 años, tenía una especie de pre acuerdo con los
Piratas y a diferencia de su hermano, éste había nacido con una deformación en
el pectoral .
“Rolddy tenía
mejor accionar en el brazo, era más rápido. En ocasiones, Roddery movía mucho
el brazo hacia atrás en ocasiones”, sostiene Cruz.
Recuerda que a Rolddy le
otorgaron un bono de 20 mil dólares. Hoy supera las 100 millas en su recta y
según Cruz llegará en algún momento a tirar en Grandes Ligas.
En la actualidad, Roddery
acciona con el Jacksonville, Triple A de los Marlins, ya se tomó su “sorbo de
café” en Grandes Ligas y tuvo 1-1 con 5.71 de efectividad, en cambio Rolddy
lanza a nivel de Doble A de los Bravos y en 6.0 actos ha abanicado a 13.
Cándida hoy disfruta del
progreso de sus hijos y también Dios la ha premiado de los sacrificios que tuvo
en el pasado para levantarlo y conducirlo al béisbol, el lugar donde siempre
soñaron estar.
Con el éxito de sus
gemelos y los demás pasará un magnífico Día de las Madres, hoy con una vida un
poco más confortable que la de antaño, pues ella misma expresa que sus hijos
son su todo sobre la tierra.
Por: Pedro Briceño.
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