DIPLOMACIA: Apoyo a Ucrania en la Cumbre de la Paz en Suiza
EFE: Burgenstock, Suiza.
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La Cumbre de Paz para Ucrania celebrada en Suiza, que presentaba como gran
hándicap la ausencia de Rusia, finalizó este domingo con un triunfo diplomático
para el presidente ucraniano, Volodímir Zelenski, quien logró que el apoyo a su
causa no fuera solo europeo, sino global, a pesar de algunas discrepancias.
Junto
a los líderes de la UE y de la OTAN, habituales aliados de Zelenski en grandes
reuniones, en esta ocasión también hubo presidentes y jefes de Estado de países
latinoamericanos, africanos y asiáticos, algo que el líder ucraniano deseaba
para mostrar que la guerra contra Rusia no es sólo un problema continental.
"Hemos
contado con la participación de presidentes y representantes a distintos
niveles de 101 países y organizaciones, es un éxito, y Rusia hizo todo lo que
pudo para que algunos no vinieran, pero les agradezco que hayan mostrado su
independencia", afirmó el presidente ucraniano en la
rueda de prensa que concedió al final de la cumbre.
Simbólico fue que en la
comparecencia final no sólo se presentaran ante los cientos de periodistas el
presidente Zelenski, su homóloga suiza Viola Amherd como anfitriona o la de la
Comisión Europea, Ursula Von der Leyen, sino también figuras como el presidente
chileno Gabriel Boric o el ghanés Nana Akufo-Addo.
Voz
latinoamericana en la cumbre
"La cumbre de
paz marca el inicio de un proceso significativo. Por primera vez numerosos
líderes globales de todos los continentes y diferentes ideas políticas se han
unido para discutir paz en lugar de guerra, esta cumbre representa un faro de
esperanza y servirá para alimentar duraderos diálogos de paz",
aseguró el presidente chileno.
En los plenarios del
sábado y domingo, que Zelenski reconoció que quiso que se emitieran en directo
y no fueran a puerta cerrada para que "el mundo viera el apoyo
global", también participaron el presidente argentino Javier Milei o
el ecuatoriano Daniel Noboa, parte de los más 60 jefes de Estado y gobierno que
tomaron parte en la cumbre.
Von der Leyen, quien
reconoció que la cumbre "no fue una negociación de paz porque Putin no
está seriamente considerando el fin de la guerra", afirmó que "el
alto nivel de participantes en ella muestra que el mundo se preocupa
profundamente por la guerra".
En el encuentro de
líderes, uno de los mayores de las últimas décadas con carácter extraordinario
(fuera de reuniones periódicas anuales como las del G20 o la Asamblea de
Naciones Unidas) se buscó discutir los efectos de la guerra ucraniana para el
resto del mundo, incluso en regiones geográficamente lejanas.
Fue por ello que los
líderes se repartieron este domingo en distintas mesas que discutieron la
seguridad nuclear y la inseguridad alimentaria que situaciones como el bloqueo
del Mar Negro han traído a los países en desarrollo, o la dimensión humanitaria
de los prisioneros de guerra y los niños raptados por Rusia desde las partes de
Ucrania que controla.
Una
declaración moderada y no firmada por todos
La declaración final
lograda tras la cumbre destacó precisamente la necesidad de atender esas
amenazas, aunque en un tono relativamente moderado, ya que ni siquiera se
refirió a Rusia como una fuerza agresora.
Pese a ello, no se logró
que 12 países que participaron en la cumbre (con delegaciones de bajo nivel en
lugar de sus jefes de Estado) firmaran el documento, entre ellos destacadas
líderes regionales como Brasil, Arabia Saudí, India, Indonesia o Sudáfrica.
Esto -sumado a la
ausencia de China, que en el pasado ha presentado sus propias propuestas de paz
para Ucrania, o la cancelación de último minuto de la presencia del presidente
colombiano Gustavo Petro- indica que el apoyo a Ucrania aún no es del todo compacto
a nivel global.
"Han de respetarse todas las opiniones", se limitó a señalar Zelenski ante la decisión de algunos países de no suscribir la declaración conjunta.
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