Estudio revela hombres de países ricos y con igualdad de género comen más carne que las mujeres
EFE: Suiza. - Los
hombres tienden a comer carne con más frecuencia que las mujeres, una
diferencia que aumenta en los países con mayores niveles de igualdad de género,
desarrollo social y desarrollo económico, según un estudio publicado este
jueves en Scientific Reports.
Los
autores del estudio, dirigido por Christopher Hopwood, de la Universidad de
Zurich (Suiza), atribuyen esta diferencia a que los individuos de estos países
tienen más oportunidades de expresar sus preferencias alimentarias.
El objetivo del equipo
era analizar las diferencias del consumo de carne entre hombres y mujeres en
países con distintos niveles de desarrollo social y económico (medidos por la
esperanza de vida, los años de escolarización y la renta nacional bruta).
También tuvieron en
cuenta el nivel de igualdad de género del país, medido según la participación
económica, los niveles de educación, el empoderamiento político, la salud y la
supervivencia.
Para hacer el estudio,
utilizaron los datos de una encuesta realizada en 2021 a 20.802 participantes
de 23 países de América del Norte y del Sur, Europa y Asia que debían declarar
su sexo y la frecuencia con la que comían carne.
Los autores descubrieron
que, a excepción de China, India e Indonesia, los hombres solían comer carne
con más frecuencia que las mujeres.
Las diferencias en el
consumo de carne en ambos sexos tendían a ser mayores en los países con mayores
niveles de igualdad de género y desarrollo social y económico, con mayores
diferencias en Alemania, Argentina, Polonia y Reino Unido.
También descubrieron que
los hombres y las mujeres de países con mayores niveles de igualdad de género y
desarrollo social y económico tendían a comer carne con más frecuencia que los
de países con menores niveles de renta.
El consumo total de carne
era mayor en Tailandia, China, Estados Unidos y España.
Reducir el consumo de
carne
El equipo cree que unos
niveles más altos de igualdad de género y desarrollo pueden proporcionar a las
mujeres una mayor libertad para elegir comer carne con menos frecuencia y
también pueden permitir a los hombres comprar y comer carne con más frecuencia.
Los resultados también
indican que pueden ser necesarias diferentes estrategias para fomentar la
reducción del consumo de carne en países con distintos niveles de desarrollo
social y económico para reducir el impacto medioambiental de la agricultura.
Así, los investigadores
sostienen que ofrecer a los consumidores más oportunidades de consumir
alternativas a la carne de origen vegetal o carne cultivada (de laboratorio)
puede ser más eficaz en los países con mayores niveles de desarrollo.
En paralelo, incentivar la producción de alternativas a la carne de origen vegetal o de carne cultivada puede ser más eficaz en los países con menores niveles de desarrollo, concluye el estudio.
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