REALIDAD: Los trabajadores migrantes, corazón del sistema de salud británico
AFP: Desde
los servicios de urgencias hasta ópticas y laboratorios, los trabajadores
extranjeros constituyen una gran proporción de la fuerza laboral del servicio
de salud del Reino Unido y son esenciales para el NHS, el venerado sistema
sanitario gratuito.
Ante las promesas para
reducir la migración hechas por los dos principales partidos que compiten en
las elecciones del 4 de julio, algunos sectores, como médicos, expertos y hasta
una exposición, ponen de relieve el papel de los trabajadores extranjeros, a
menudo pasado por alto, y advierten de los peligros de limitar su llegada.
El National Health
Service (Servicio Nacional de Salud, NHS) "es una institución enorme y
emplea a uno de cada diez trabajadores en el Reino Unido", de los cuales
uno de cada seis nació en otro país, señala Matthew Plowright, director del
Museo de la Migración.
Este museo londinense
alberga actualmente la exposición "Heart of the nation" (Corazón de
la nación), que muestra el camino recorrido por miles de médicos y enfermeras
de todo el mundo desde el nacimiento del NHS, en 1948.
Cuando se creó el
servicio de salud, el país necesitaba urgentemente sanitarios, muchos de los
cuales habían huido de un Reino Unido devastado por la guerra a Estados Unidos,
Canadá o Australia, y las autoridades intentaron reclutarlos en el extranjero, sobre
todo en los países del antiguo imperio británico.
En "Heart of the
nation" se muestra la labor de algunos de estos trabajadores extranjeros,
como Ludwig Guttmann, neurocirujano que huyó de la Alemania nazi y llegó al
Reino Unido en 1938, antes de ocuparse de heridos de guerra británicos y de crear
los Juegos Paralímpicos.
"Falta de
mano de obra"
La exposición también
habla de la enfermera Allison Williams, que llegó de Trinidad y Tobago en los
años 60. Esta mujer cuenta en la muestra la soledad de sus primeros pasos en
Inglaterra, pero también la amistad con otras cuidadoras y la familia que formó
junto a otro londinense de origen caribeño.
"El Reino
Unido depende especialmente de la contratación de enfermeras de otros
países", señala a la AFP el responsable de
política internacional del sindicato sectorial RCN, Martyn Campbell.
Naomi Fulop, profesora de
gestión del sector sanitario en la University College de Londres (UCL), habla
de una "falta de mano de obra" en el sector del personal sanitario.
"Hay un
déficit de formación, de nuevas incorporaciones y, desde la pandemia existen
altos niveles de estrés, que han llevado a la gente a dejar"
el NHS, señala.
Tampoco se puede olvidar
la incidencia del Brexit, en vigor desde 2021, que hace que "los
trabajadores de la Unión Europea se hayan vuelto más escasos, por lo que
tenemos que ir más lejos para contratar", añade.
Otros sectores enfrentan
la misma escasez de mano de obra, en particular el turismo, la restauración y
la agricultura.
En plena campaña para las
elecciones del 4 de julio, el Partido Conservador, liderado por el primer
ministro Rishi Sunak, pretende reducir a la mitad la migración en el país.
El líder de la oposición
laborista, Keir Starmer, bien situado para ganar las elecciones, también
prometió durante la campaña reducir la migración, aunque sin dar cifras o
porcentajes.
"Retórica
política"
El profesor de
endocrinología Parag Singhal, portavoz del sindicato de médicos británicoindios
Bapio, habla de "retórica política" frente a la necesidad de mano de
obra cualificada, insistiendo en que el país "depende de trabajadores
internacionales".
Por otra parte, según
Christian Dustmann, profesor de Economía en la University College de Londres
(UCL), "en general, el Reino Unido está integrando con éxito"
a sus migrantes.
Dustman afirma además que
una gran parte de los trabajadores de países como India y China tienen altos
niveles de educación y sus hijos obtienen buenos resultados en la escuela.
Como prueba de esta
integración, el profesor destaca personalidades de la clase política y
dirigente, como el actual jefe de gobierno, Rishi Sunak, de origen indio, o los
exministros de Economía Sajid Javid y Kwasi Kwarteng, de padres pakistaníes y
ghaneses respectivamente.
"Este hecho es bastante singular, si lo comparamos con otros países europeos, como Francia o Alemania", concluye.
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