SEGÚN EL MINISTERIO PÚBLICO: Así sucedieron los hechos en torno al caso de la joven Ana Karina
Santo Domingo, RD. - El
Ministerio Público detalló en el documento de solicitud de medida de coerción
en contra de Eduardo Antonio Guerra García, de 41 años, cómo sucedieron los
hechos que dejaron casi al borde de la muerte a Ana Karina Ramos Corniel, de 27
años, en el municipio de Pedro Brand, en Santo Domingo.
En
el expediente los fiscales indicaron que el 10 de junio del 2024, siendo 1:00
de la madrugada, Guerra García se encontraba realizando funciones de vigilancia
en una fibra óptica de la empresa Claro, en el kilómetro 32 de la Autopista
Duarte.
Justo en ese momento,
leía en el documento, iba pasando por el lugar la víctima y él la llamó y le
preguntó que “cuánto cobra por sus servicios sexuales”, a lo que ella le
respondió “la suma de RD$1,500”.
Los fiscales explicaron
que luego de conversar, ambos se dirigieron a una casa y en el sótano, que era
el lugar que utilizaba el imputado para dormir, procedieron a tener relaciones
sexuales. Posteriormente, Guerra García le reclamó a Ana Karina por la suma de
RD$20,000 que tenía guardado.
Guerra García, puntualizó
el expediente, pensó que la víctima se encontraba muerta y la sacó hasta
lanzarla por una cañada que estaba a unos 50 metros del lugar donde sostuvieron
el encuentro sexual.
Luego de cometer el
hecho, el hombre procedió a desarmar y esconder la escopeta y se trasladó hacia
el sector de Villa Mella, en Santo Domingo Norte.
El día 11 de junio, a las
4:00 de la tarde, los fiscales dijeron que un señor, identificado como Aníbal
Guzmán, pasaba por la cañada cuando vio a la joven, que estaba semidesnuda y en
estado agónico.
Guzmán procedió a llamar
al Sistema de Emergencia 911, quienes la llevaron al Hospital Vinicio Calventi,
para recibir atenciones médicas, donde aun está en recuperación.
Guerra García fue enviado
a La Victoria por tres meses preventivos.
“Cuando la víctima Ana
Karina recuperó la conciencia, le manifestó a su padre Zenón Rolando Ramos
Carela los hechos y señaló a Guerra García, como la persona que le causo los
golpes y heridas que casi le quitan la vida”, indican las
autoridades judiciales.
La doctora Marlene Ovalle
evaluó a Ana Karina estableciendo en el certificado médico legal número
FSDO-13291-24, que presenta herida infectada con miasis en región frontal,
maxilar izquierda, herida por proyectil de arma de fuego infectada con miasis
en hemitórax izquierdo y herida infectada con miasis en antebrazo izquierdo, la
cual está pendiente de estudios complementarios y evolución.
El día 12, a las 11:35 de
la mañana, la Policía Nacional arrestó a Guerra García cuando estaba en la
calle principal del sector la Javilla, en Villa Mella, Santo Domingo Norte.
“Siendo aproximadamente
la 1:00 de la tarde, los agentes actuantes, mediante inspección de lugar en un
solar baldío a 20 metros del lugar del hecho, ocuparon un forro de tela color
crema, conteniendo en su interior la escopeta, desmantelada y dos cartuchos uno
color rojo y el otro de color azul”, leía el expediente.
El Ministerio Público
dijo que el 13 de junio realizó el allanamiento en la Autopista Duarte,
Kilometro 32, en una casa sin número, pintada de color rosado, rodeada en la
parte delantera de maya ciclónica, con una puerta de hierro pintada de color
rosado, en la parte de abajo un sótano pintado de color rosado, con una puerta
de metal de color negro, ocupando en la única habitación del sótano un carnet
blanco con trasparente de seguro APS a nombre de Guerra García, que se
encontraba manchado con pintas color rojo presumiblemente de sangre y una silla
de plástico color blanco marcada con las siglas FS, que estaba manchada de un
color rojo también de sangre.
La jueza del juzgado de
Atención Permanente de Santo Domingo Oeste impuso tres meses de prisión
preventiva en contra de Guerra García, a ser cumplidos en la cárcel de La
Victoria.
A la salida de la
audiencia los familiares de la joven se mostraron complacidos con la decisión
del tribunal, y esperan que un juicio de fondo el imputado sea sentencia al
máximo de la pena.
Por: Shaddai Eves.
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