TEMPORADA CICLÓNICA: Temporada ciclónica: Estos son los nombres retirados de huracanes en el Atlántico y el Caribe
Santo Domingo, RD. - En
la cuenca del Atlántico, la práctica de retirar nombres de ciclones tropicales
es una tradición esencial que se ha mantenido durante décadas.
Esta
medida, según detalla la Administración
Nacional Oceánica y Atmosférica (NOAA, por sus siglas en inglés), se
ha tomado para evitar confusiones y honrar la memoria de aquellos eventos
atmosféricos catastróficos que han dejado una marca imborrable en la historia.
La entidad estadounidense
especifica que los nombres de los ciclones tropicales se “retiran” del uso futuro (no se vuelven
a utilizar para una nueva tormenta) si se considera que han sido bastante
notables debido a los daños significativos o las pérdidas de vidas que
causaron.
Desde 1954, numerosos
nombres de huracanes han sido retirados debido a su devastación. A
continuación, una lista de algunos de los huracanes más notables cuyos nombres
han sido retirados, junto con el año en que ocurrieron y por orden alfabético.
Audrey (1957)
fue uno de los huracanes más mortíferos en Estados Unidos, causando
significativas inundaciones y pérdidas de vidas en Luisiana; Agnes (1972) es
recordado por las severas inundaciones en el noreste del país, mientras que Anita (1977) golpeó a México con
fuerza, siendo una de las tormentas más intensas de ese año. Allen (1980), con
vientos devastadores, afectó tanto al Caribe como a Estados Unidos, y Alicia
(1983) impactó principalmente a Texas, causando importantes daños materiales.
Andrew (1992) es considerado uno de los huracanes más destructivos en la
historia de Estados Unidos, devastando Florida y Luisiana, mientras que Allison
(2001) es conocido por sus devastadoras inundaciones en Texas y su lento
avance.
La lista continúa con
nombres como Betsy (1965), que devastó Nueva Orleans y el sureste de Luisiana,
además, Beulah, en 1967 y Bob, en 1991.
Camille (1969), Connie (1955) y Carla (1961) también dejaron su huella
en la historia de los desastres naturales en el Atlántico y el Caribe, son
otros nombres que causaron daños masivos y pérdidas de vidas y ya no pueden ser
usados. Cleo (1964) y Carol (1965) son otros ejemplos de huracanes cuyo impacto
fue tan significativo que sus nombres fueron quitados. También Celia en 1970,
Carmen en 1974, Cesar en 1996 y Charley en el año 2004.
En la lista están Diane
(1955), Donna (1960), Dora (1964),
David (1979), Diana (1990), Dennis (2005) y Dean (2007). Además, Edna (1968),
Eloise (1975), Elena (1985), Erika (2015).
El proceso y los
criterios para retirar un nombre se deciden en la reunión anual de la
Organización Meteorológica Mundial. Si un huracán ha sido tan mortal o costoso
que el uso futuro de su nombre sería insensible, el nombre se retira y se
reemplaza por otro. Por ejemplo, Hazel (1954) fue el primer nombre retirado
formalmente debido a su devastación en el Caribe y Estados Unidos, causando
grandes pérdidas de vidas y daños materiales.
Otros nombres que no
pueden ser utilizados nuevamente son Flora (1963),
Fifi (1974), Frederic (1979), Fran (1996), Floyd (1999), Fabian (2003), Frances
(2004), Felix (2007), Florence (2018) y Fiona (2022). De igual forma, Greta
(1978), Gloria (1985), Gilbert (1988), Georges (1998)
y Gustav (2008). También Hattie (1961), Hilda (1964),
Hugo (1989), Hortense (1996).
Además, Ione (1955), Inez
(1966), Iris (2001), Isidore (2002), Isabel (2003), Ivan (2004), Ike (2008),
Igor (2010), Irene (2011), Ingrid (2013), Irma (2017)
e Ida (2021). Asimismo, Janet (1955), Joan (1988), Juan (2003), Jeanne (2004) y
Joaquin (2015).
La lista sigue con Klaus
(1990), Keith (2000), Katrina (2005), Luis (1995), Lenny (1999), Lili (2002),
Laura (2020), Marilyn (1995), Mitch (1998), Michelle (2001), Matthew (2016), Noel (2007), Nate (2017), Opal (1995),
Otto (2016), Paloma (2008), Roxanne (1995), Rita (2005), Stan (2005), Sandy
(2012), Tomas (2010) y Wilma (2005).
En los últimos años, la
lista de nombres retirados ha seguido creciendo a medida que los huracanes
continúan causando estragos. Harvey (2017)
provocó inundaciones catastróficas en Texas, siendo uno de los huracanes más
costosos en la historia de Estados Unidos. También Maria (2017) devastó Puerto
Rico, causando una crisis humanitaria y daños generalizados que aún se sienten.
Florence (2018) y Michael (2018) son otros ejemplos recientes de huracanes cuyo
impacto justificó el retiro de sus nombres. También Fiona (2022)
e Ian (2022).
Además de los daños
físicos y la pérdida de vidas, los nombres también pueden retirarse por razones
culturales o políticas. Nombres que pueden resultar ofensivos o inadecuados en
ciertos contextos culturales son eliminados para evitar controversias. Iota
(2020) y Eta (2020), por
ejemplo, fueron retirados debido a los devastadores impactos en Centroamérica,
causando una destrucción significativa y un alto número de muertes.
Por: Shaddai Eves.
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