Bancas de apuestas: Historias más allá del “No hay sistema”
SANTO DOMINGO, RD. - A
las banqueras popularmente se les adjudicó la frase “No hay sistema”,
pero lo poco divulgado es la realidad de su ocupación, al estar acostumbradas a
lidiar con una serie de dificultades, entre ellas, tener solo dos días de
descanso al mes, la inseguridad y no tener a veces ni siquiera un baño en sus
puestos de trabajo.
Hace
cuatro meses malhechores penetraron a la banca de lotería donde laboraba
Lisauris González, de donde se llevaron RD$12,000 y, aunque afirma que la
identidad de estas personas era un “secreto a voces”, al final ella terminó
pagando las consecuencias. Fue despedida por el dueño de la banca y obligada a
pagar la suma sustraída por los ladrones.
“Se metieron a
robar de noche y al otro día cuando yo llegué le informamos a la Policía, pero
aun así me cobraron ese dinero a mí y me botaron. Los dueños saben lo que
hicieron”, afirmó González, quien ahora trabaja en otro negocio
similar.
Para la joven de 23 años, otro desafío que se suma a su trabajo son las condiciones del horario laboral, en el que también la acompaña su hija de dos años.
Algunas deben llevarse sus hijos a los trabajos/
Reveló que al no tener
baño, tiene que poner a la niña a hacer sus necesidades en una cubeta.
Con el deseo de ingresar
a la universidad, la joven manifestó que aunque denuncian esta serie de
adversidades “los jefes no hacen caso”.
La historia de Erika de
la Cruz guarda similitud con la de González, pero con la diferencia de sí se
encontraba en la banca en el momento del asalto y en medio del pánico clamaba
por ayuda, mientras el malhechor le apuntaba con una pistola.
“Yo estaba
embarazada y era un muchacho, tenía un casco puesto, me pasó una funda y me
dijo: échame todo el dinero ahí, yo me doble en actitud de hacerlo, pero lo que
hice fue que me escondí y empezó a gritar”, relató De la
Cruz.
Contó que si bien el
atraco no se llevó a cabo, ya que el asaltante salió huyendo, el episodio la
dejó tan traumada que ya no atiende a nadie que entre a su banca con casco
protector.
De la Cruz lleva más de
10 años en esta ocupación y al ser entrevistada en el negocio ubicado cerca de
las instalaciones del Ministerio de Obras Públicas, indicó que atiende a mucha
gente de allá y que a los mismos siempre les pide una oportunidad de empleo,
pero constantemente le dicen lo mismo: Espera, luego, cuando cambie de
administración.
Sostuvo que su sueldo es
de 5,980 pesos quincenales y que se ayuda con los gastos del transporte con su
motocicleta tipo pasola o con las propinas de los clientes.
Los horarios que las
entrevistadas cumplen en este tipo de trabajo van en dos turnos, el primero es
de 9:00 de la mañana a 3:00 de la tarde, a partir de ahí debe entrar otra chica
a reemplazar a la primera, la cual debe quedarse hasta los nueve de la noche.
En cuanto a los sueldos los mismos van desde los 5,000 pesos hasta los 14,000.
“Uno no siempre
espera a las nueve, sobre todo en las zonas que son muy movidas (zonas donde
hay inseguridad)”, aseveró Nicole Rodríguez, quien desde
hace un mes retomó esta ocupación.
Rodríguez anteriormente
trabajaba en un salón de belleza y también destacó las dificultades ya
relatadas. Sin embargo, agregó que también este trabajo les permite tener
tiempo libre para estudiar u ocuparse de otras cosas.
No obstante, para otras
el bajo sueldo que reciben las obliga a tener que cargar con dos turnos,
convirtiéndose el trabajo en una especie de esclavitud.
La carencia de un seguro
médico se suma a la larga lista de miles de historias que se pueden observar en
cada esquina del país, dada la gran cantidad de bancas de lotería que
predominan en todos los sectores, ubicadas en ocasiones a una mínima distancia una
de otra.
Bancas
en el país
Durante el proceso de
regularización que realizó el Ministerio de Hacienda, basado en la Resolución
061- para el año 2022, se registraron unas 73,000 bancas de lotería que
operaban en el país.
Por: Yessica Arno.
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