Extración minera en Perú: Deforestación y extremos daños ambientales
RFI: El desastre ambiental que dejó
la minería en la Amazonía peruana salta a la
vista cuando uno revisa las fotos satelitales.
En
Madre de Dios, sureste de Perú, la extracción ilegal de oro dejó un
paisaje lunar de cráteres, lagos de lodo y manchas cafés en medio del bosque
verde de la Amazonía.
El
aumento exponencial de los precios del oro y el descontrol territorial ha
llevado a miles de mineros ilegales a invadir los ríos amazónicos de varias
regiones peruanas.
A
tal punto que la producción de oro a través de esta actividad ilegal se ha
multiplico por siete en 18 años y representa casi el 40% de la producción
nacional, según cifras del mismo sector.
Desde
la región amazónica de Madre de Dios, epicentro de la minería ilegal, la
veterinaria y científica Claudia Vega, del Centro de innovación científica
Amazonia CINCIA calcula que 128.000 hectáreas fueron deforestadas por la
minería formal e informal, desde 1985, una superficie que equivale a alrededor
de 80.000 canchas de fútbol.
“El
oro está en el subsuelo, entonces, los mineros van desforestando para llegar al
área de subsuelo para poder buscar el oro en ese en ese substrato”, constata Vega.
A
la deforestación, se suma otro impacto devastador: la contaminación por
mercurio. Desde la organización sin fines de lucro CINCIA, basada en Puerto
Maldonado, la científica monitorea en particular la contaminación por esta
sustancia en la región.
“Los
mineros colocan mercurio en el sustrato para que se una con el oro, forma una
amalgama, se extrae, se quema, el oro se queda y el mercurio se libera. Cuando
se hace este proceso, puede haber contaminación al ambiente y a los ríos”, explica Claudia Vega, en entrevista con RFI.
CONCENTRACIONES DE MERCURIO 5 VECES MÁS ALTAS DE LO
NORMAL
A
través de muestras en peces, murciélagos, aves, aire y agua, la científica ha
demostrado que “cuando hay actividad minera, las concentraciones de mercurio
aumentan significativamente.
En
aves, estas concentraciones son por lo menos el doble y en ciertas especies que
tienen capacidad de concentrar más mercurio, puede haber 5 veces más
concentración de mercurio comparado con otros lugares”, detalla Claudia Vega.
La
presencia de mercurio en los organismos de la población de la región de Madre
de Dios ha sido comprobada en 2012 por un estudio de la Universidad de Duke a
través de muestras de cabello. Sin embargo, no se ha medido aun el impacto en
la salud de la población.
“Puede haber disminución de la respuesta inmunológica, de la capacidad
de aprendizaje en las poblaciones humanas. Uno de los principales focos son las
comunidades indígenas que pueden llegar a consumir más de 200 gramos de
pescados diario”, explica
Claudia Vega.
La
región de Madre de Dios no es la única que ha sido invadida por las dragas de
los mineros ilegales. En el norte de Perú, región fronteriza con Ecuador, Dante
Sejekam Espejo, indígena awajún y presidente de la Organización de Desarrollo
de las Comunidades Fronterizas del Cenepa (ODECOFROC) libra una batalla
constante contra esta actividad en auge.
A
lo largo del río Cenepa, un afluente del río Marañón en el departamento de
Amazonas, fronterizo con Ecuador, la minería ilegal parece haber llegado para
quedarse.
“Se
vive esto desde el 2014 pero en pequeña proporción, con un par de dragas, y
desde 2022 estamos prácticamente invadidos por los mineros ilegales, habiendo
en cada comunidad 15 dragas como mínimo”, constata el líder autóctono. “Es ahí donde empieza el boom de
la corrupción, pago, el consumo de alcohol, prostitución, consumo de marihuana
y la división de los pobladores. Un caos total. [La minería] ha traído no
solamente problemas sociales sino también altos índices del VIH, una enfermedad
que es difícil de tratar”, alerta Dante Sejekam Espejo, en entrevista con
RFI.
“Ya
no podemos bañarnos ni consumir el pescado del río. Peor aún, ya no podemos
consumir agua”, alerta el
líder comunitario quien exige al estado peruano estudios de la calidad del
agua.
El
uso masivo de dragas ha perturbado también la circulación en el río.
“Hay
pirámides de piedras en el río que impiden el paso”, denuncia Dante Sejekam. Y el desplazamiento de
grandes masas de aluviones fragiliza las orillas y causa deslizamientos de
tierras, reporta Sejekam.
REFORESTAR LAS ÁREAS DESTRUIDAS
En
septiembre de 2023, la organización local ODECOFROC llevó a cabo un operativo,
conjuntamente con el gobierno local y las fuerzas del orden, para expulsar a
los mineros ilegales.
“Ha
disminuido la cantidad de dragas, pero todavía están trabajando [los mineros] y
generando caos, sin embargo, no tenemos presupuesto”, reconoce Dante Sejekam.
El
líder autóctono llama ahora a las autoridades políticas a movilizarse para
ofrecer alternativas económicas:
“Algunas
comunidades pro mineras han dejado la minería y necesitan nuestro respaldo para
encontrar alternativas productivas como la piscicultura, el cultivo del caco o
la hortaliza”.
En
algunas regiones peruana, la minería ha penetrado tanto el tejido económico que
se ha convertido en un sustento económico para muchas familias. Y en algunos
casos, las ONG buscan incentivar al menos practicas más sostenibles.
En la región de Madre de Dios, la ONG CINCIA apoya por ejemplo a las familias que practican la minería sin mercurio e incentiva la reforestación de parcelas degradadas por la minería.
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