CIUDAD: En Santo Domingo Oeste hay un barrio sin nombre, sin energía eléctrica y sin agua
Santo Domingo, RD. - Aunque parece mentira, en la capital dominicana existen
sectores con serios problemas de energía eléctrica o agua potable, recursos
esenciales para una vida digna de cualquier ciudadano.
En un recorrido que
realizó la Prensa se dio con el
paradero de una recóndita comunidad del sector Herrera en Santo Domingo Oeste,
zona que posee un trayecto casi imposible: sin asfalto, medroso y rodeado de
vertederos improvisados, donde niños y adultos recorren con gran facilidad por
la triste costumbre.
Ciudadanos que habitan en esa localidad dicen que no tiene
nombre, aunque hay otros que se refieren a ella como "Macofrío".
Así lo manifestó Juan Delgado. "Este barrio no tiene nombre, por aquí no hay ni palo de luz,
no hay agua, esto es terrible”.
La necesidad de aquellos recursos se incrementó luego de las
precipitadas lluvias que ocasionó desbordamiento de cañadas, penetrando a las
casas, arrastrando todo a su paso y sin poder resguardar sus ajuares.
Rudelen García, una mujer de nacionalidad haitiana, entre voz
cortada narró cómo el agua entró por las
ventanas y por las láminas de zinc, quedando sin nada luego de haber
construido durante dos años su casa.
Un desliz de tierra y la presión del agua provocaron que un
peñón se incrustara en la habitación de García desembocando dentro de la casa.
A pesar de ello, la mujer da las gracias porque el evento “por lo menos
sucedió en el día, porque si hubiese sido de noche el desenlace hubiese sido
otro”, aseguró García.
La extranjera describe la situación como “muy grave”, ya que también su esposo perdió sus documentos personales.
![Los comunitarios aseguran que los camiones de basura no recogen la basura de la zona](https://listindiario.com/files/vertical_main_image/uploads/2023/11/21/655ceb5692d7f.jpeg)
PANORAMA
Hasta el momento, en la referida zona, no se han reportado
fallecidos, ni lesionados, solo pérdidas materiales.
Al lugar no se han presentado las autoridades
correspondientes, según señaló Rafael Javier Brito, un residente en la zona que
aseguró tener ocho años viviendo en la comunidad y “siempre ha estado
incomunicada”.
Además, el hombre afirmó que “nunca” ha visto la
presencia de las autoridades correspondientes para suplir las necesidades
del sitio.
Los afectados se han estado refugiando uno con otros, hasta
recuperarse o ser asistidos por las autoridades.
Los munícipes narran cabizbajos como es el día a día en esta
comunidad: “Aquí no hay condiciones de vida. Tenemos que cargar
agua con cubetas para allá abajo y comprar cables para poder conectarlo del
otro lado (café de Herrera) para poder tener luz”.
Muchos de los niños han dejado de asistir a la escuela por
falta de recursos económicos, según aseguraron varios padres, quienes
resaltaron estar propensos a contagiarse de enfermedades como la leptospirosis
y el brote de dengue que azota el país.
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