Con una leve amenaza de lluvia, comienzan las angustias de residentes en zonas vulnerables
Puede que para muchos
sean solo unas simples gotas inofensivas, pero los moradores de zonas como Los
Guandules Abajo, próximo a la cañada Bonavides o quienes viven en el sector Las
Lilas, cerca del Río Ozama, saben bien las dificultades que provocan unos pocos
milímetros de agua en sus casas y el caos que en unos pocos minutos se puede
desatar.
“Con
solo nublarse”, Paula Linares, quien vive en el callejón
Santa Clara, ubicado en la parte baja de Los Guandules, a pesar de sus
problemas de circulación en las piernas, empieza a elevar sus electrodomésticos
y demás ajuares.
Así para los que algunos
pueden ser una exageración, para Linares Capellán se vuelve una medida de
prevención ante el temor de que una inundación, frecuente en esta área, termine
por llevarse lo poco que tiene.
“Nada más le digo a Dios,
Señor no permita que llueva tanto, porque entonces cómo me voy a salir, para
dónde voy a ir”, manifestó Linares, mientras mostraba el
desgaste de sus enseres con las inundaciones.
Sarita Capellán, desde el
sábado se aferró también a esta solución, su gavetero, cama y muebles, desde ya
se encuentran “encaramados” en bloques para evitar que el agua le lleve
todo.
En este sector se
encuentra ubicada la cañada Bonavides, la cual fue reconstruida, pero según los
moradores, en vez de los trabajos solucionar los problemas, los ha agravado, y
en épocas de lluvias este desagüe natural se convierte en un martirio para los
vecinos.
“La preocupación de
nosotros es que desde que arreglaron esa cañada, nosotros siempre estamos
ahogados, porque ese desagüe lo hicieron mal, la conexión no la hicieron bien y
el agua retorna para acá, nos ahogamos todos los que vivimos aquí atrás”,
expresó Mario De la Cruz.
El residente agregó que
desde hace más de un año las autoridades les dicen que arreglaran el problema y
todavía hoy siguen bajo la misma situación.
En
Las Lilas
En Santo Domingo Este, en el sector Los Tres Brazos, queda ubicado el barrio Las Lilas, donde varios de sus callejones y calles sin asfaltar también sucumben ante las lluvias y hay quienes se ven obligados a refugiarse en casas de familiares.
Sarita Capellán comienza a "encaramar" sus enseres desde que se anuncian lluvias./
“Esto se pone feo aquí en
realidad, todo el callejón se llena de agua y cuando pasa hay que encaramar la
cama, lavadora, y nevera para que no se dañe todo y salir. Es difícil”,
expresó Fernando Núñez, residente en esta localidad.
Una de las calles
principales que dan acceso a este sector (entrada de la planta de gas bajo el
puente de la 17) es un verdadero calvario para sus moradores y transeúntes, sin
asfalto y con grandes hoyos en los que se aposan aguas residuales. Allí luego se
forma un lodazal difícil de evadir e implacable bajo los efectos de las
lluvias.
Alerta
Ante la incidencia de una
vagada en el territorio nacional, el Centro de Operaciones de Emergencias (COE)
mantiene 23 demarcaciones en alerta amarilla y verde.
En alerta amarilla están
el Distrito Nacional y las provincias Santo Domingo, Santiago, La Vega,
Monseñor Nouel, San José de Ocoa, Sánchez Ramírez, San Cristóbal, Monte Plata,
Duarte, Monte Cristi, Puerto Plata, María Trinidad Sánchez, Hermanas Mirabal y
Espaillat.
En verde fueron
colocadas, Azua, Hato Mayor, Santiago Rodríguez, El Seibo, San Juan, Valverde,
San Pedro de Macorís y Samaná.
Por: Jessica Arno.
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