La declaración íntegra de Marco Rubio sobre Biden y la migración desde Haití
Esta es la publicación
del senador republicano de Florida, Marco Rubio, sobre el presidente
estadounidense Joe Biden y la migración desde Haití, publicada el 19 de abril
en el periódico dominicano Diario Libre.
"Es mejor ser
enemigo de EE.UU. que su amigo". Líderes mundiales me
dicen que esa es su percepción bajo la Administración Biden, la cual tiene la
extraña costumbre de apaciguar a nuestros adversarios mientras les exigen a
nuestros aliados estándares imposibles. Esto es una mala política exterior.
Además, está fomentando el caos en nuestra región.
Basta con mirar lo que
está pasando en la República Dominicana. La isla enfrenta una gran presión
migratoria del vecino Haití, que prácticamente se ha hundido en la anarquía. El
presidente Luis Abinader ha dejado claro que protegerá la soberanía dominicana
imponiendo las deportaciones. Sin embargo, la Administración Biden,
influenciada por grupos radicales de izquierda como Amnistía Internacional,
están instando a que acepte a tres millones de haitianos en cualquier momento.
Esto es injusto para la
República Dominicana, que es un país en desarrollo con recursos limitados y que
ya tiene obligaciones importantes por Haití. Cualquiera que dude esto debería
considerar el hecho que más de un tercio de todos los nacimientos en R.D. son
actualmente de mujeres haitianas.
Pero alentar la migración
masiva ilegal también es injusto para EE.UU. La Administración Biden parece no
darse cuenta que muchos haitianos ven a la República Dominicana como un país de
tránsito hacia Puerto Rico, y que ya existe una red de contrabando bien
establecida para facilitar ese viaje. Debido a que nuestros compatriotas en
Puerto Rico tienen sus propias limitaciones fiscales, los migrantes ilegales
que lleguen al territorio de EE.UU. probablemente se trasladan al continente
norteamericano.
Como la mayoría de los
estadounidenses, reconozco que lo que está sucediendo en Haití es una tragedia
horrible. La ruptura de la ley y el orden, el desplazamiento de más de 300,000
personas y la necesidad de aproximadamente cinco millones de personas de algún
tipo de ayuda son muy graves. Por eso yo apoyo la misión internacional de
mantenimiento de la paz que Kenia se propone a liderar una vez que Haití haya
establecido un gobierno provisional. Además, volví a introducir una ley para
preservar los beneficios comerciales de EE.UU. para los fabricantes haitianos,
lo que podría resultar en un salvavidas para las empresas haitianas legítimas
en esta época de crisis.
Pero, como la mayoría de
los estadounidenses, también reconozco que ningún país debería experimentar una
migración masiva ilegal, ni la República Dominicana ni EE.UU. La migración
masiva ilegal no beneficia al país natal de donde emigran las personas. Cuando
todos los ciudadanos de bien abandonan su patria, no queda nadie para
defenderla de criminales y tiranos, ni nadie para atender a aquellos que se
quedaron. Sin embargo, en un nivel más fundamental, no puedo apoyar la
migración masiva ilegal porque el trabajo de los funcionarios electos es
proteger a sus ciudadanos primero--no los de nadie más.
Por eso inste al
Departamento de Estado de que priorice a los ciudadanos de EE.UU. atrapados en
Haití, así como a sus hijos haitianos que fueron adoptados. Además, es por eso
que no podemos permitir que los ciudadanos haitianos crucen nuestra frontera. Como
el senador Rick Scott y yo mencionamos en una carta al presidente Biden, Haití
sufre el flagelo de las pandillas y las fugas en las cárceles de la isla han
supuestamente dejado en libertad a miles de criminales. Esto significa que la
migración masiva ilegal desde Haití pondría en riesgo a EE.UU.
Desde que el presidente
Biden asumió su cargo, más de ocho millones de personas han cruzado nuestra
frontera sur y 90,000 han emigrado desde Afganistán sin ser investigados. Las
amenazas a nuestra seguridad nacional (desde los criminales del Tren de Aragua
hasta la infiltración de terroristas islamistas) son graves y están fuera de
control. La tragedia en Haití es grande, pero no es excusa para permitir que
estas amenazas aumenten”.
Por: la Redacción.
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