En el Barrio Chino obstruyen rampas para personas con discapacidades
SANTO DOMINGO, RD. - El
mundo puede llegar a ser caótico para quienes gozan de una buena salud física,
pero para quienes padecen de alguna discapacidad y no encuentran las
facilidades para desenvolverse y continuar su vida lo más normal posible, lo
caótico adquiere una nueva dimensión..
Esto porque al salir a
las calles se encuentran con que las mismas no están condicionadas para las
limitaciones que sufren.
Por ejemplo, una persona
minusválida no encuentra las rampas para transitar sin dificultad, debido a que
las áreas son escasas, están obstruidas por vehículos o son nulas.
Es el caso del Barrio
Chino, donde las rampas de acceso muchas veces están obstruidas por las mismas
personas que deben estar conscientes de la importancia de estas zonas.
En estas inmediaciones
tras un recorrido de periodistas del Listín Diario se pudo observar
paradógicamente como una camioneta del Instituto de Tránsito y Transporte
Terrestre (Intrant) se encontraba estacionada justo en el acceso de una de las
rampas, por lo que para alguien que fuese en ese momento a subir por ella, la
“facilidad” no era una opción.
Tomando como referencia
al Washington Group on Disability Statistics, una dificultad es considerada una
discapacidad cuando coloca a la persona en riesgo de limitar su capacidad para
participar en la sociedad.
Recorrer otros lugares,
como el parque Enriquillo para una persona con discapacidad motora en los pies,
a falta de rampas en condiciones, se convierte en una odisea, pues las dos que
se pueden observar están agrietadas o también obstruidas por vehículos.
Mientras estos ciudadanos
ven a los demás subir y bajar unos simples escalones, para ellos no hay más
opción que arriesgarse a sufrir un accidente intentando rebasarlos o valerse de
la ayuda humanitaria que otro ciudadano les pueda brindar para estos fines.
“No es tan fácil
que digamos, en ciertas partes hay lados altos, si vengo de abajo para arriba
(se refiere a la calle José Martí) tengo que subir hasta dos escalones. Una vez
me caí y me di un golpe en la rodilla”, afirmó Jhoan Medina, de
35 años quien en el 2018 perdió una de sus piernas a causa de un accidente
automovilístico y ahora se desplaza a los lugares auxiliándose de muletas.
Medina cuenta que antes
del accidente trabajaba como animador en turismo, pero después le ha resultado
difícil encontrar un nuevo empleo. El último que tuvo fue el de limpiar
pantalones en una fábrica.
“Ahora mismo no
estoy trabajando, no porque no quiera, sino porque no he encontrado una
posibilidad. Ya mi condición física no es la de antes”,
manifestó.
Para Noelia Isabel Matos,
quien trabaja como Analista de Reclutamiento y Selección en la fundación
Gissell Eusebio Life Transformer, entidad que se dedica a la selección de
personas con discapacidad para colocarlos en el mercado laboral, la falta de
motivación en algunas de estas personas es lo más difícil.
“A veces no tienen aceptación, pero gracias a Dios ya eso cambió. Ellos
tienen una preparación académica que a veces me sorprende, pero entonces ellos
dicen: no porque yo no puedo y para eso tenemos un programa de empoderamiento.
Son profesionales, la mayoría estudian muchísimo y hacen muchos cursos”, indicó Matos.
EMPLEOS
Mientras que la fundadora de la institución, Gisela Eusebio Rodríguez,
considera que la proporción de contratación de personas con discapacidad no
corresponde a la aplicación de la ley ni a un sistema basado en el cumplimiento
de los derechos humanos.
La ley 5-13, referente a la cuota laboral de personas con discapacidad,
establece que debe ser de un 2% en el sector privado y de un 5% en el área
gubernamental.
“De nuestros candidatos hemos logrado insertar en el mercado laboral
algunos de estos en puestos administrativos y operativos, en entidades como el
Scotiabank, Banreservas, Grupo Martí, Defensor del Pueblo, Grupo Humano y
Pedidos Ya”, dijo
Eusebio Rodríguez.
El acceso a empleo, salud y educación de manera digna y la exclusión del
sistema de protección social también son parte de los desafíos que enfrentan
las personas con discapacidad en República Dominicana, según establece un
estudio sobre la situación de las personas con discapacidad presentado en el
año 2018 por el Sistema de las Naciones Unidas junto al Sistema Único de
Beneficiarios (SIUBEN).
En cuanto al acceso al empleo, según el estudio, ocho de cada diez
personas con discapacidad de 18 años o más estaban fuera del mercado de
trabajo, a diferencia de las personas sin discapacidad, donde esta proporción
correspondía a solo tres de cada diez personas.
Además, en el limitado grupo de personas con discapacidad que laboraba
en ese entonces, el 37.7% no tenía un trabajo fijo, sino que lo hacía de manera
ocasional y el 12.7% de manera temporal. En tanto, seis de cada diez personas
con discapacidad dijeron que enfrentaban mucha dificultad para trabajar y
generar ingresos o que no podían hacerlo.
De su lado, la encuesta ENHOGAR-2021 incluyó nuevamente el módulo sobre
discapacidad dirigido a las personas de cinco años y más. Conforme a los
resultados, el 4.9% de la población tiene algún tipo de discapacidad. La
dificultad para caminar o subir escaleras se destaca como la discapacidad que
más predomina, afectando a un 48% de la población con alguna limitación
físico-motora.
Según ese reporte, hasta 2021 había 77, 902 personas que padecían alguna
inhabilidad y las personas que tienen 65 años y más, son las de porcentaje más
alto con alguna discapacidad, representando el 22.4%. Estos son seguidos por
edades comprendidas entre 60 a 64 años, representando el 9.1%, los de 55 a 59
abarcan un 6.5% y los de 50 a 54, un 6.5%.
Por: Jessica Arno.
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