Tula Chalas: La Reina de los Dulces llega a 99 años como un ícono en El Seibo
EL SEIBO, RD. - Ella
ha puesto a tanta gente a saborear su original y famosa manera de preparar el
dulce de leche. Querida, abnegada y laboriosa, genera también alegría al
manejar otra fórmula, la longevidad, celebrando sus 99 años, casi un siglo de
aportes y buen ejemplo.
Se trata de Juana Chalas,
conocida por todos en El Seibo como Tula Chalas “La Reina de los Dulces”. Un
verdadero ícono que eleva el género, y además de ser la mujer que, al enviudar
joven, se consagró a sus hijos y de la nada creó una marca, que ha convertido
en famosa, inspiradora y que sirve de ejemplo.
Los seibanos la valoran
como un verdadero orgullo, reconocida en el país y en muchas partes del mundo,
donde ha ganado premios y reputación por la fábrica que creó y mantiene en su
propia casa de la calle General Santana número 48, como una activa empresa
familiar de la que dependen hijos y nietos.
Sus méritos
La integridad es
relevante en la trayectoria de esta empresaria que ha sudado mucho y quien
enviudó de su esposo Miguel Jiménez con edad y oportunidad para tener otra
pareja, empero prefirió trabajar y dedicarse exclusivamente a sus hijos,
marcando su paso, con mucha entrega, integridad y sacrificio.
La parada en su
establecimiento se ha convertido en obligatoria, para quienes visitan o pasan
por la ciudad de El Seibo, y es que “Dulcería Tula” mantiene la principalía en
la preferencia del dulce de leche, el cual incluye uno bajo en azúcar, así como
de naranja, cajuil y combinaciones de leche naranja y guayaba.
Como innovación y
evolución, en su negocio también se venden galletitas, queso de hoja, macitas,
empanadillas, mabí seibano, pan de batata y de harina de maíz, entre otras
variadas exquisiteces reputadas como únicas.
Con un personal que
supera la docena, siempre está atenta a la demanda, ahora con sus hijos y
nietos frente al mostrador, supliendo; gift shop, tiendas y supermercados con
una dinámica en crecimiento, ampliando y diversificando, sin afectar la
calidad.
Inicio
y reveses
Todo comenzó con el
fallecimiento de su esposo Miguel Jiménez, quien era empleado de la Oficina de
Telecomunicaciones de El Seibo en 1965. Mandó a la calle un muchacho con una
batea en la cabeza, ante la necesidad de criar y educar a sus cinco hijos aún pequeños
y desde entonces ha llegado hasta Europa y Estados Unidos con su original
fórmula.
Luego de vender dulces en las calles, viajó a La Romana, sin resultados. Sin embargo, el tiempo le coronó. En la medida en que se conocía la calidad, higiene y constancia de su fórmula, las cosas fueron caminando mejor, hasta consagrarse.
Juana Chalas, cariñosamente Tula Chalas, La Reina de los Dulces, acaba de celebrar sus 99 años de vida, como un ícono en su género./Tomó en cuenta que el
dulce de leche tradicional, por lo regular, empalaga, por lo que preparó su
fórmula con poca azúcar y un sabor que invita a degustarlo. La clave no solo
está en el sabor, sino en que es inigualable.
El
mérito
Para una madre soltera,
no fue fácil levantar una familia, educar, encaminar y ver profesionales a sus
hijos, pero la satisfacción es grande y ahí están Mercedes Georgina (técnica en
laboratorio); Miguel Antonio (Macho), fallecido; Ángel Rafael (licenciado en
Contabilidad), Adamilka y Carmen Rosario, quien se hizo residente en Puerto
Rico.
“Yo me siento
satisfecha como madre. Pude criar y educar mis hijos, encaminarlos y ya estoy
tranquila. Ellos tienen de que vivir”, expresó con la
satisfacción y las señales de un rostro que ha recibido mucho calor, incluido
uno que la llevó a realizarse una cirugía en la vista, debido al lagrimeo del
fuerte calor que generan los calderos cuando prepara sus exquisiteces.
Sin embargo, no todo ha
sido dulce en su vida. Al accidente que sufrió una de sus hijas, le siguió la
muerte de otro, salvando cada obstáculo y revés, demostrando que con coraje, se
puede.
Con
Freddy Beras
Recuerda que en una
ocasión en que viajaba hacia Punta Cana, la gloria seibana, Freddy Beras Goico,
se lamentaba de que no había un dulce de naranja que no amargara. Sin embargo,
a su regreso le esperó con uno que luego tenía que reservarle a su paso hacia
Punta Cana y que comentó y compartió en una ocasión con los esposos Haydée
Kuret de Rainieri y Frank Rainieri.
De temple y temperamento
firme y decidido, Tula aún chequea lo que hacen sus hijos, desde su casa al
lado del negocio, para lo cual cuenta con una especie de ascensor y mecanismo
que permiten vigilar lo que ocurre dentro de su fábrica, donde los uniformes y
los controles de calidad son muy estrictos.
Tula es del tipo de mujer
que no se amilana, ni teme a los retos, pasando hace varios años de techo de
zinc al concreto armado. Una mujer muy organizada, en lo personal y en su
estructura de trabajo, tiene capacidad de atender la demanda de sus sabrosos dulces,
que es mucha y que se han convertido en un verdadero souvenir o el mejor regalo
para alguien al que se quiera agradar.
“Yo me siento
orgullosa de mis cinco hijos, que no me han dado agua a beber. Sola acabé de
criar mis muchachos, cogí mucho calor que me afectó la vista, pero estoy feliz
con mis nietos y mis biznietos, que ahora disfruto”,
indicó con satisfacción.
Por: Florentino Durán.
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